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Mioclono

Estos movimientos espasmódicos incontrolables, que incluyen el hipo normal y las sacudidas (espasmos mioclónicos), pueden ser incapacitantes cuando son provocados por una afección de salud subyacente.

Perspectiva general

El término mioclonía hace referencia a un movimiento espasmódico rápido que no puedes controlar. El hipo es un tipo de mioclonía, al igual que las sacudidas repentinas o "espasmos mioclónicos" que experimentas antes de quedarte dormido. Estos tipos de mioclonía se observan en personas sanas y no suelen ser graves.

Otros tipos de mioclonía pueden ocurrir por un trastorno del sistema nervioso, como la epilepsia, una afección metabólica o la reacción a un medicamento.

El tratamiento de la afección que provoca la mioclonía puede ayudar a controlar los síntomas. En ocasiones, la causa de la mioclonía se desconoce o no se puede tratar en forma específica. En estos casos, el objetivo del tratamiento es reducir los efectos de la mioclonía en la calidad de vida.

Síntomas

Las personas que tienen mioclonía a menudo describen los síntomas como movimientos, sacudidas o espasmos con las siguientes características:

  • Repentinos
  • Breves
  • Involuntarios
  • Sorpresivos
  • De intensidad y de frecuencia variables
  • Ubicados en una parte del cuerpo o en todo el cuerpo
  • A veces lo suficientemente graves como para interferir en la alimentación, en el habla o en la marcha

Cuándo consultar al médico

Si tus síntomas de mioclonía se vuelven frecuentes y persistentes, habla con el proveedor de atención médica sobre el diagnóstico y las opciones de tratamiento.

Causas

La mioclonía puede ser consecuencia de diversos problemas subyacentes. Se suele dividir en distintos tipos en función de su causa. La causa puede ayudar a determinar el tratamiento.

Mioclono fisiológico

Este tipo de mioclonía se presenta en personas sanas y rara vez requiere tratamiento. Entre los ejemplos, se incluyen los siguientes:

  • Hipo.
  • Espasmos mioclónicos.
  • Sacudidas o espasmos a causa de la ansiedad o el ejercicio.
  • Espasmos musculares en bebés mientras duermen o después de comer.

Mioclono esencial

La mioclonía esencial aparece sola, generalmente sin otros síntomas y sin estar relacionada con una enfermedad subyacente. Muchas veces, se desconoce la causa de la mioclonía esencial. En algunos casos, la causa es hereditaria, es decir, se trasmite en las familias.

Mioclono epiléptico

Este tipo de mioclono ocurre como parte de un trastorno epiléptico.

Mioclono sintomático

El mioclono sintomático se produce a causa de una enfermedad subyacente. A veces se lo llama mioclono secundario. Entre los ejemplos, se incluyen los siguientes:

  • Lesiones en la cabeza o de la médula espinal.
  • Infección.
  • Insuficiencia renal o hepática.
  • Enfermedad por almacenamiento de lípidos.
  • Envenenamiento por sustancias químicas o fármacos.
  • Privación prolongada del oxígeno.
  • Reacción a medicamentos.
  • Afecciones inflamatorias autoinmunes.
  • Trastornos metabólicos.
  • Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).

Las enfermedades del sistema nervioso que causan mioclono secundario comprenden las siguientes:

  • Accidente cerebrovascular.
  • Tumor cerebral.
  • Enfermedad de Huntington.
  • Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
  • Enfermedad de Alzheimer.
  • Enfermedad de Parkinson y demencia con cuerpos de Lewy.
  • Degeneración corticobasal.
  • Demencia frontotemporal.
  • Atrofia multisistémica.

Diagnóstico

Para diagnosticar la mioclonía, el proveedor de atención médica revisará tus antecedentes médicos, evaluará los síntomas y hará un examen físico.

Es posible que te hagan pruebas para encontrar la causa y descartar otras posibles causas de mioclonía. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas por imágenes o en los nervios.

  • Electroencefalograma. Este procedimiento registra la actividad eléctrica del cerebro y puede ayudar a determinar en qué región del cerebro se origina la mioclonía. Primero se colocan pequeños electrodos en el cuero cabelludo. Luego, es posible que te pidan que respires profundamente y de manera continua y que mires luces brillantes o escuches sonidos, ya que estas acciones pueden revelar actividad eléctrica irregular.
  • Electromiografía. En este procedimiento, se colocan electrodos en distintos músculos, en especial en los músculos implicados en los espasmos.

    Un instrumento registra la actividad eléctrica de los músculos cuando están en reposo y cuando se contraen, como al flexionar el brazo. Estas señales ayudan a determinar el patrón y el origen de la mioclonía.

  • Estudios de potenciales provocados. Estas pruebas miden la actividad eléctrica del cerebro, el tronco encefálico y la médula espinal que se desencadena como respuesta al tacto, el sonido, la vista y otros estímulos.
  • Resonancia magnética. La resonancia magnética se puede utilizar para saber si hay problemas estructurales o tumores en el cerebro o la médula espinal que podrían ser la causa de los síntomas de mioclonía. En esta prueba se usa un campo magnético y ondas de radio para generar imágenes detalladas del cerebro, la médula espinal y otras regiones del cuerpo.
  • Análisis de laboratorio. El proveedor de atención médica podría indicar pruebas genéticas que permitan identificar las posibles causas de la mioclonía. Pueden ser necesarios análisis de sangre u orina para verificar la existencia de trastornos metabólicos, enfermedades autoinmunitarias, diabetes y enfermedades renales o hepáticas. También se usan para buscar la presencia de drogas ilícitas o toxinas.

Tratamiento

El tratamiento de la mioclonía funciona mejor si puedes detener el problema que la causa. Por ejemplo, el tratamiento puede centrarse en otra afección, un medicamento o una toxina que esté causando la mioclonía.

Sin embargo, la mayoría de las veces, la causa subyacente no se puede curar ni eliminar. En estos casos, el objetivo del tratamiento es reducir los síntomas, especialmente cuando son incapacitantes. No hay medicamentos formulados específicamente para tratar la mioclonía, pero los tratamientos para otras enfermedades pueden ayudar a aliviar los síntomas. Se puede necesitar más de un medicamento para controlar los síntomas.

Medicamentos

Los medicamentos que los proveedores de atención médica normalmente recetan para tratar el mioclono incluyen los siguientes:

  • Tranquilizantes. El tranquilizante clonazepam (Klonopin) es el medicamento más utilizado para tratar los síntomas del mioclono. El clonazepam puede causar efectos secundarios, como pérdida de la coordinación y somnolencia.
  • Anticonvulsivos. Los medicamentos utilizados para controlar las convulsiones epilépticas pueden ayudar a reducir los síntomas del mioclono. Los anticonvulsivos más utilizados para tratar el mioclono son el levetiracetam (Keppra, Elepsia XR, Spritam), el ácido valproico, la zonisamida (Zonegran, Zonisade) y la primidona (Mysoline). El piracetam es otro anticonvulsivo eficaz, pero no se encuentra disponible en Estados Unidos.

    El ácido valproico puede causar efectos secundarios, como náuseas. El levetiracetam puede causar efectos secundarios, como fatiga y mareos. Los efectos secundarios de la primidona pueden ser sedación y náuseas.

Terapias

Las inyecciones de toxina onabotulínica de tipo A (bótox) pueden ayudar a tratar diferentes tipos de mioclono, en especial si este afecta solo una zona. En este tratamiento, se bloquea la liberación de un neurotransmisor que desencadena contracciones musculares.

Cirugía

Si los síntomas de la mioclonía se deben a un tumor o una lesión en el cerebro o en la médula espinal, la cirugía puede ser una opción. La cirugía también puede ser beneficiosa para las personas con mioclonía que afecta a una parte de la cara o del oído.

La estimulación cerebral profunda se ha practicado en personas con mioclonía y otros trastornos del movimiento. Se implantan electrodos dentro de ciertas áreas del cerebro que producen señales eléctricas para bloquear los impulsos irregulares que puede causar la mioclonía. Los investigadores continúan estudiando la estimulación cerebral profunda como tratamiento de la mioclonía.

Preparación antes de la cita

Probablemente primero comentes tus preocupaciones con el proveedor principal de atención médica. Es posible que el proveedor de atención médica te remita a un neurólogo, que es un especialista capacitado en afecciones del sistema nervioso.

Debido a que las citas médicas pueden ser breves y que a menudo hay mucho de qué hablar, es una buena idea llegar bien preparado para dicha ocasión. La siguiente información te ayudará a prepararte para la cita médica y a saber qué puedes esperar.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita médica y pregunta si hay algo que debas hacer con anticipación.
  • Haz una lista de tus síntomas e incluye si hay algún factor que parezca desencadenarlos o mejorarlos.
  • Lleva una lista de todos tus medicamentos, incluso de las vitaminas y los suplementos.
  • Anota las preguntas para hacerle al proveedor de atención médica sobre las posibles causas, los tratamientos y el pronóstico.

La consulta médica dura poco, por lo que preparar una lista de preguntas con antelación te ayudará a aprovechar al máximo el encuentro. En el caso de la mioclonía, algunas preguntas básicas incluyen las siguientes:

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • Además de la causa más probable, ¿cuáles son otras causas posibles de mis síntomas?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesito?
  • ¿Es probable que mi afección sea temporal, o será crónica?
  • ¿Cuál es el mejor plan de acción?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que me indica?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Hay alguna restricción que deba cumplir?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda visitar?

Además de las preguntas que preparaste, no dudes en hacer preguntas cada vez que no entiendas algo durante la cita médica.

Qué esperar del médico

Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas te permitirá disponer de tiempo para revisar los puntos sobre los que quieras hablar en profundidad. Estas son algunas de las preguntas que podría hacerte:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener síntomas?
  • ¿Tienes antecedentes de convulsiones u otras afecciones neurológicas?
  • ¿Estuviste expuesto a drogas ilícitas o sustancias químicas?
  • ¿Tienes antecedentes familiares de mioclonía o epilepsia?
  • ¿Fueron los síntomas continuos u ocasionales?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Hay algo que mejore los síntomas?
  • ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
Last Updated: January 13th, 2023