Lesiones a los nervios periféricos
Estos tipos de lesiones afectan a los nervios que conectan el cerebro y la médula espinal con los nervios de otras partes del cuerpo.
Perspectiva general
Los nervios periféricos envían mensajes del cerebro y la médula espinal al resto del cuerpo. Ayudan, por ejemplo, a mover los músculos del cuerpo para caminar y a sentir que los pies están fríos. Los nervios periféricos están hechos de axones, que son fibras aisladas por los tejidos circundantes.
Estos nervios son frágiles y se dañan fácilmente. Una lesión nerviosa puede afectar la capacidad del cerebro para comunicarse con los músculos y los órganos. El daño en los nervios periféricos se conoce como neuropatía periférica.
Es importante recibir atención médica para una lesión de los nervios periféricos tan pronto como sea posible. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden prevenir las complicaciones y el daño permanente.
Síntomas
Con una lesión en el nervio periférico, puedes presentar síntomas que van de leves a graves que limitan tus actividades diarias. Tus síntomas suelen depender de las fibras nerviosas dañadas:
- Nervios motores. Estos nervios regulan todos los músculos bajo tu control consciente, como los que utilizas para caminar, hablar y sostener objetos. El daño a estos nervios puede causar debilidad muscular, calambres dolorosos y contracciones musculares.
- Nervios sensoriales. Debido a que estos nervios transmiten información sobre el tacto, la temperatura y el dolor, puedes experimentar una variedad de síntomas. Por ejemplo, entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies. Puedes tener problemas para caminar, mantener el equilibrio con los ojos cerrados, abrochar botones o sentir dolor o cambios de temperatura. Las lesiones en los nervios sensoriales también pueden causar dolor.
- Nervios autonómicos. Este grupo de nervios regula las actividades que no se controlan conscientemente, como la respiración, la función cardíaca y de la tiroides, y la digestión. Los síntomas pueden incluir sudoración excesiva, cambios en la presión arterial, la incapacidad de tolerar el calor y síntomas gastrointestinales.
Muchas lesiones en los nervios periféricos pueden afectar más de un tipo de fibra nerviosa, por lo que puedes tener varios síntomas.
Cuándo debes consultar a un médico
Si tienes debilidad, hormigueo, entumecimiento o pérdida total de sensibilidad, consulta con el profesional de atención médica para determinar la causa. Es importante tratar las lesiones de los nervios periféricos a tiempo.
Causas
Los nervios periféricos pueden dañarse de varias maneras:
- Las lesiones causadas por un accidente, una caída o los deportes pueden estirar, comprimir, aplastar o cortar los nervios.
- Enfermedades, como la diabetes, el síndrome de Guillain-Barré y el síndrome del túnel carpiano, pueden dañar los nervios.
- También pueden hacerlo determinadas enfermedades autoinmunitarias, como la artritis reumatoide y el síndrome de Sjogren.
Entre las demás causas están el estrechamiento de las arterias, los cambios en el equilibrio de las hormonas y los tumores.
Factores de riesgo
Las personas que sufren traumatismos físicos o practican deportes pueden correr un riesgo más alto para una lesión que puede distender o aplastar los nervios periféricos. Las personas con ciertas enfermedades también pueden tener un riesgo más alto para lesiones en los nervios periféricos. Estas afecciones, en especial la diabetes, pueden aumentar el riesgo para pinzamiento de los nervios.
Diagnóstico
Para diagnosticar lesiones en los nervios periféricos, el profesional de atención médica revisa tus antecedentes médicos. Te preguntará si tuviste algún accidente o una cirugía, y cuáles son tus síntomas. El profesional de atención médica también realiza un examen físico y neurológico. Si tienes síntomas de una lesión nerviosa, es posible que necesites pruebas de diagnóstico, como las siguientes:
- Electromiografía. En una electromiografía, un electrodo con una aguja muy delgada se inserta dentro del músculo para registrar la actividad eléctrica de este cuando está relajado y en movimiento. La actividad muscular reducida puede indicar una lesión nerviosa.
- Estudio de conducción nerviosa. Los electrodos se colocan en dos puntos diferentes del cuerpo y miden la manera en la que las señales eléctricas pasan a través de los nervios.
- Imágenes por resonancia magnética. Las imágenes por resonancia magnética utilizan un campo magnético y ondas de radio para producir imágenes detalladas de las áreas afectadas por el daño nervioso.
- Ecografía. Al igual que las imágenes por resonancia magnética, estas ondas sonoras de alta frecuencia producen imágenes detalladas del área afectada por el daño nervioso.
Tratamiento
Si un nervio se lesiona, pero no se corta, es más probable que la lesión cicatrice. Las lesiones en las que un nervio se ha cortado por completo son más difíciles de tratar, y puede que la recuperación no sea posible.
El tratamiento depende de la extensión y la causa de tu lesión, y de si el nervio cicatriza bien.
- Si la cicatrización del nervio es adecuada, es posible que no necesites cirugía. Es posible que debas dejar descansar la zona afectada hasta que cicatrice. Los nervios se recuperan lentamente y la recuperación máxima puede llevar muchos meses o varios años.
- Los controles regulares le permiten al profesional de atención médica asegurarse de que tu recuperación está encaminada.
- Si tu lesión se debe a una enfermedad, el profesional de atención médica tratará la afección.
- Según el tipo y la gravedad de la lesión nerviosa, puedes necesitar medicamentos, como aspirina o ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), para aliviar el dolor. Los medicamentos utilizados para tratar la depresión, las convulsiones o el insomnio pueden utilizarse para aliviar el dolor nervioso. Algunas personas con lesiones de los nervios periféricos pueden necesitar inyecciones de corticoides para aliviar el dolor.
- El profesional de atención médica puede recomendarte fisioterapia para evitar la rigidez y recuperar las funciones.
Cirugía
Si parece que la lesión no se está curando bien, podrías necesitar una cirugía. Un cirujano puede utilizar un análisis por electromiografía en la sala de operaciones para evaluar si los nervios cicatrizados se están recuperando. Hacer un análisis por electromiografía directamente sobre el nervio es más preciso y confiable que hacerlo sobre la piel.
A veces, un nervio se encuentra en un espacio estrecho, similar a un túnel, o está apretado por una cicatriz. Cuando esto sucede, es posible que el cirujano agrande el espacio estrecho o libere el nervio de la cicatriz.
A veces, una sección de un nervio lesionado se corta por completo o tiene daños irreparables. En este caso, el cirujano puede extraer la sección dañada y reconectar directamente las terminales nerviosas sanas. A este procedimiento se lo conoce como reparación del nervio. También es posible que el cirujano implante un pedazo de nervio de otra parte del cuerpo para cerrar una brecha entre los nervios. A este procedimiento se lo conoce como injerto de nervio. Estos procedimientos pueden ayudar a que los nervios vuelvan a crecer.
Si tienes una lesión nerviosa grave, la cirugía puede restaurar la función de músculos cruciales al transferir los tendones de un músculo a otro.
Preparación antes de la cita
Se pueden utilizar muchas pruebas para ayudar a diagnosticar el tipo y la gravedad de la lesión del nervio periférico. Al solicitar una cita médica, asegúrate de preguntar si tienes que prepararte para estas pruebas. Por ejemplo, es posible que tengas que dejar de tomar ciertos medicamentos durante unos días o evitar usar lociones el día de la prueba.
Si es posible, pide a un familiar o a un amigo que te acompañen. A veces es difícil recordar toda la información que obtienes en una cita médica. Quizás la persona que te acompaña recuerda información que tú olvidaste o pasaste por alto.
Otras sugerencias para aprovechar al máximo la cita médica incluyen lo siguiente:
- Anota todos tus síntomas, incluso cómo te lesionaste, cuánto tiempo has tenido los síntomas y si estos empeoraron con el tiempo.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomes.
- Haz preguntas. Los niños y adultos con lesiones en los nervios periféricos tienen varias opciones para restaurar la función perdida. Asegúrate de preguntar sobre todos los tratamientos disponibles para ti o para tu hijo. Si te quedas sin tiempo, pide hablar con el personal de enfermería o solicita al profesional de atención médica que te llame más tarde.
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