Pioderma gangrenoso
Obtén más información sobre los síntomas, el tratamiento y los factores de riesgo de esta afección de la piel con llagas abiertas, junto con consejos sobre cómo enfrentarla.
Perspectiva general
El pioderma gangrenoso es un trastorno poco frecuente que provoca la aparición de llagas grandes y dolorosas (úlceras) en la piel, en especial en las piernas.
Se desconocen las causas exactas del pioderma gangrenoso, pero parece ser un trastorno del sistema inmunitario. Aquellas personas que padecen ciertos trastornos ocultos, tales como enfermedad intestinal inflamatoria o artritis, tienen mayor riesgo de padecer pioderma gangrenoso.
Las úlceras del pioderma gangrenoso proliferan con rapidez. Suelen desaparecer sin tratamiento pero la cicatrización y la recurrencia son comunes.
Síntomas
El pioderma gangrenoso, generalmente, comienza con un bulto rojo pequeño en la piel, el cual puede parecerse a una picadura de araña. En pocos días, esta protuberancia puede convertirse en una gran llaga dolorosa y abierta.
Generalmente, la úlcera aparece en las piernas, pero puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. En ocasiones, aparece alrededor de las heridas quirúrgicas. Si tienes varias úlceras, pueden crecer y fusionarse en una úlcera más grande.
Cuándo debes consultar con un médico
Habla con tu médico si desarrollas una herida cutánea dolorosa y de crecimiento rápido.
Causas
Se desconoce la causa específica del pioderma gangrenoso. Esta afección no es infecciosa ni contagiosa. A menudo se asocia con enfermedades autoinmunes, como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la artritis. Además, puede tener un componente genético.
Si tienes pioderma gangrenoso, un traumatismo nuevo de la piel, como una herida por corte o punción, puede desencadenar úlceras nuevas.
Factores de riesgo
Existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de presentar pioderma gangrenoso, como los siguientes:
- La edad y el sexo. La enfermedad puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, sin embargo, es más frecuente entre los 20 y los 50 años de edad.
- Padecer una enfermedad inflamatoria intestinal. Las personas con una patología en el sistema digestivo como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn son más propensas a padecer pioderma gangrenoso.
- Tener artritis. Las personas con artritis reumatoidea tienen un mayor riesgo de sufrir pioderma gangrenoso.
- Tener un trastorno de la sangre. Las personas que padecen leucemia mielógena aguda, mielodisplasia o un trastorno mieloproliferativo tienen más probabilidades de sufrir pioderma gangrenoso.
Complicaciones
Las posibles complicaciones del pioderma gangrenoso incluyen infección, cicatrización, dolor no controlado, depresión y pérdida de movilidad.
Prevención
No puedes evitar el pioderma gangrenoso por completo. Si padeces de la enfermedad, intenta no lastimarte la piel. Las lesiones o los traumatismos en la piel, incluso los que se producen a partir de una cirugía, pueden provocar que se formen nuevas úlceras. También puede ser de ayuda que se controle cualquier enfermedad no diagnosticada que pueda estar causando las úlceras.
Diagnóstico
El médico hablará contigo acerca de tu historia clínica y te realizará un examen físico. Ninguna prueba puede confirmar un diagnóstico de pioderma gangrenoso. Sin embargo, el médico puede ordenar una variedad de pruebas para descartar otras enfermedades que puedan tener signos o síntomas similares. Estas pueden incluir análisis de sangre, una biopsia dermatológica y otros exámenes.
El médico quizás te derive a un especialista de enfermedades de la piel (dermatólogo).
Tratamiento
El tratamiento para el pioderma gangrenoso se centra en reducir la inflamación, controlar el dolor, favorecer la cicatrización de la herida y tratar cualquier enfermedad no diagnosticada. El tratamiento dependerá de varios factores, incluida tu salud y la cantidad, el tamaño, la profundidad y el ritmo de crecimiento de las úlceras cutáneas.
Algunas personas responden bien al tratamiento con una combinación de pastillas, cremas o inyecciones. Otras tal vez necesiten permanecer en el hospital o en el centro de tratamiento de quemaduras para recibir un cuidado especializado de las heridas. Incluso después de un tratamiento exitoso, es frecuente que se manifiesten nuevas heridas.
Medicamentos
- Corticoesteroides. El tratamiento más común consiste en dosis diarias de corticoesteroides. Estos medicamentos pueden aplicarse sobre la piel, inyectarse en la herida o administrarse por vía oral (prednisona). La administración a largo plazo o en altas dosis de corticoesteroides puede provocar efectos secundarios graves. Por este motivo, es posible que el médico indique medicamentos sin esteroides (no esteroideos) si necesitas tratamiento a largo plazo.
- Medicamentos sin esteroides. Un medicamento no esteroideo efectivo es la ciclosporina. Otras opciones incluyen micofenolato (Cellcept), inmunoglobulinas, dapsona, infliximab (Remicade) y tacrolimus (Protopic), que es un inhibidor de la calcineurina. Según el tipo de medicamento administrado, se puede aplicar en las heridas, inyectar o tomar por vía oral.
- Analgésicos. De acuerdo con la extensión de las heridas, es posible obtener beneficios con los analgésicos, en especial cuando se cambian los vendajes.
Cuidado de la herida
Además de aplicar el medicamento directamente sobre las heridas, el médico o un especialista en el cuidado de las heridas las cubrirá con un vendaje húmedo (no mojado ni seco) que no se adhiere y, probablemente, una cinta elastizada. Es posible que te pidan que mantengas elevada la zona afectada.
Sigue las indicaciones del médico sobre el cuidado de la herida. Esto es de especial importancia ya que muchos de los medicamentos prescritos para tratar el pioderma gangrenoso suprimen el sistema inmunitario, lo cual aumenta el riesgo de contraer infecciones.
Cirugía
Debido a que el pioderma gangrenoso puede empeorar si te cortas la piel, la cirugía para quitar el tejido muerto por lo general no se considera una buena opción de tratamiento. El traumatismo en la piel puede empeorar las úlceras existentes o desencadenar la formación de nuevas.
Si las úlceras en la piel son grandes y necesitan ayuda para curarse, es probable que el médico te recomiende un injerto de piel. En este procedimiento, el cirujano adhiere un trozo de piel o piel sintética sobre las llagas abiertas. Esto se intenta únicamente cuando haya desaparecido la inflamación de la herida y cuando la úlcera haya comenzado a sanarse.
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Con el tratamiento, es probable que te recuperes del pioderma gangrenoso. Puedes sentirte deprimido si el proceso toma mucho tiempo y es doloroso. o puedes sentirte estresado por la posibilidad de recurrencia o la apariencia de tu piel. Puede resultarte útil hablar con un consejero, trabajador social médico u otras personas que padecen o padecieron pioderma gangrenoso.
Si deseas obtener asesoramiento o apoyo, pídele a tu médico que te derive a un profesional de salud mental o información de contacto para un grupo de apoyo en tu zona.
Preparación antes de la cita
Puedes comenzar por consultar con el médico de atención primaria. O pueden derivarte de inmediato a un médico que se especialice en trastornos de la piel (dermatólogo).
Qué puedes hacer
Antes de la consulta, es aconsejable que escribas una lista con las respuestas a las siguientes preguntas:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Has tenido síntomas similares en el pasado? Si es así, ¿qué tratamiento fue más eficaz en ese momento?
- ¿Has intentado otros tratamientos en las heridas? ¿Fueron útiles?
- ¿Qué medicamentos y suplementos tomas habitualmente?
- ¿Tuviste algún daño en la piel, como una punción o corte, en la zona donde se desarrolló el dolor?
- ¿Qué otras enfermedades tienes?
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