Enteritis por radiación
Esta complicación de la radioterapia para el cáncer puede causar dolor estomacal, vómitos o diarrea. En la mayoría de las personas, los síntomas desaparecen en algunas semanas.
Perspectiva general
La enteritis por radiación es la inflamación de los intestinos que se produce después de la radioterapia.
La enteritis por radiación causa diarrea, náuseas, vómitos y cólicos estomacales en las personas que reciben radiación dirigida al abdomen, la pelvis o el recto. Es más frecuente en las personas que reciben radioterapia para el cáncer en la zona del abdomen y la pelvis.
En la mayoría de los casos, la enteritis por radiación es temporal, y la inflamación suele desaparecer varias semanas después de que termina el tratamiento. Pero, en algunos casos, la enteritis por radiación puede continuar por mucho tiempo después de que termina la radioterapia o puede presentarse meses o años después del tratamiento.
La enteritis por radiación crónica puede causar complicaciones, como anemia, diarrea u obstrucción intestinal.
El tratamiento se centra en aliviar los síntomas hasta que pase la inflamación. En los casos graves, es posible que sea necesario colocar una sonda de alimentación o realizar una cirugía para extraer algunas secciones del intestino.
Síntomas
Entre los síntomas de la enteritis por radiación, se incluyen diarrea, náuseas, vómitos y calambres estomacales. Los síntomas se pueden producir debido a la irritación de los intestinos como consecuencia de la radioterapia para el cáncer. Por lo general, desaparecen varias semanas después de que termina el tratamiento. Sin embargo, a veces duran más. La enteritis por radiación que se prolonga más tiempo puede provocar anemia y obstrucción intestinal.
Factores de riesgo
El riesgo de tener enteritis por radiación es más alto en las personas que se someten a tratamientos de radioterapia por cáncer en la zona del abdomen y la pelvis. La enteritis por radiación se produce debido a que la terapia de radiación puede causar irritación de los intestinos.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enteritis por radiación puede comenzar con una revisión de tus antecedentes médicos y un examen físico.
Para ver el interior del intestino delgado, se introduce por la garganta un tubo largo y flexible que tiene una cámara (endoscopio). El tubo también se puede introducir por el recto para examinar el intestino grueso (colonoscopia). A veces, debes tragar una cámara del tamaño de una píldora, que se usa para crear imágenes del intestino (cápsula endoscópica). Otros exámenes podrían incluir pruebas por imágenes, como radiografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.
Tratamiento
El tratamiento para la enteritis por radiación generalmente consiste en controlar los síntomas hasta que desaparecen. Esta afección produce irritación de los intestinos después de la radioterapia contra el cáncer. El proveedor de atención médica podría recomendar cambios en la alimentación y medicamentos para la diarrea y el dolor. Los antibióticos pueden servir para tratar una proliferación excesiva de bacterias. Si la enteritis por radiación dura más tiempo, es posible que necesites una sonda de alimentación. Algunas veces, se recurre a la cirugía para evitar la parte del intestino que está irritada.
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