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Convulsiones

Obtén información sobre esta alteración repentina de la actividad eléctrica en el cerebro y sus causas. Averigua qué debes hacer si ves que alguien tiene una convulsión.

Perspectiva general

Una convulsión es una alteración repentina de la actividad eléctrica en el cerebro. Puede causar cambios en el comportamiento, los movimientos, los sentimientos y los niveles de conciencia. Tener dos o más convulsiones con al menos 24 horas de diferencia y con causa desconocida se considera epilepsia. Sin embargo, la epilepsia no ocasiona todas las convulsiones.

Hay muchos tipos de convulsiones. Tienen varios síntomas y varían en cuanto al grado en que afectan tu vida diaria. Los tipos de convulsiones también son diferentes según la región del cerebro en la que comienzan y hasta dónde se diseminan. La mayoría de las convulsiones duran de 30 segundos a 2 minutos. Una convulsión que dura más de 5 minutos es una emergencia médica.

Las convulsiones pueden ocurrir después de un accidente cerebrovascular o de una lesión en la cabeza. Una infección como la meningitis u otras enfermedades también pueden ocasionarlas. Sin embargo, por lo general, la causa se desconoce.

Los medicamentos pueden controlar la mayoría de las convulsiones, pero pueden tener efectos secundarios. Trabaja con el profesional de atención médica para equilibrar el control de las convulsiones y los efectos secundarios de los medicamentos.

Síntomas

Los síntomas varían según el tipo de convulsión. También pueden ser de leves a graves. Algunos de los síntomas de las convulsiones pueden incluir los siguientes:

  • Confusión de corta duración.
  • Episodios de ausencias.
  • Movimientos espasmódicos e incontrolables de los brazos y piernas.
  • Pérdida del conocimiento o de la conciencia.
  • Cambios en las emociones o en la forma de pensar. Puedes sentir miedo, ansiedad o la sensación de que ya has vivido ese momento, conocida como déjà vu.

La mayoría de las convulsiones se clasifican en dos clases: focales o generalizadas. Las clases se basan en cómo y dónde comenzó la actividad cerebral que causa las convulsiones. Si los profesionales de atención médica no saben cómo comenzaron, las pueden clasificar como de inicio desconocido.

Convulsiones focales

Las convulsiones focales son el resultado de la actividad eléctrica en un área del cerebro. Este tipo de convulsión puede ocurrir con o sin pérdida de conocimiento.

  • Convulsiones focales con alteración de la conciencia. Estas convulsiones implican un cambio o la pérdida de la conciencia o del conocimiento que se asemeja a la sensación de estar en un sueño. Durante este tipo de convulsiones, las personas pueden parecer despiertas. Sin embargo, tienen la mirada perdida y no responden a ningún estímulo de su alrededor.

    Quizás hagan movimientos repetitivos, como frotarse las manos, mover la boca, repetir determinadas palabras o caminar en círculos. Es posible que no recuerden la convulsión o que ni siquiera sepan que ocurrió.

  • Convulsiones focales sin pérdida del conocimiento. Estas convulsiones pueden alterar las emociones. También pueden cambiar la manera de ver, oler, sentir, saborear o escuchar. Sin embargo, las personas que tienen convulsiones focales no pierden el conocimiento.

    Durante este tipo de convulsiones, las personas pueden sentirse enojadas, alegres o tristes. Algunas personas tienen náuseas o sensaciones extrañas que son difíciles de describir. Estas convulsiones pueden ocasionar problemas para hablar y movimientos espasmódicos de una parte del cuerpo, como un brazo o una pierna. También pueden causar síntomas repentinos, como hormigueo, mareos y visión con destellos de luz.

Los síntomas de las convulsiones focales pueden parecerse a los de otras afecciones del cerebro y del sistema nervioso, que incluyen migrañas, enfermedades mentales o una afección que altera la forma en que el cerebro controla los ciclos de sueño y vigilia, llamada narcolepsia.

Convulsiones generalizadas

Las convulsiones que aparentemente afectan a todas las áreas del cerebro desde el momento en que comienzan se denominan convulsiones generalizadas. Los tipos de convulsiones generalizadas son los siguientes:

  • Crisis de ausencia. Las crisis de ausencia suelen ocurrir en niños. Antes, este tipo de convulsiones se llamaban convulsiones pequeño mal. Las personas que padecen crisis de ausencia suelen tener la mirada perdida o hacer movimientos corporales sutiles, como parpadeos o chasquidos de labios. Las convulsiones suelen durar entre 5 y 10 segundos.

    Las crisis de ausencia pueden suceder hasta cientos de veces al día. Pueden ocurrir en grupo. Además, causan una pérdida breve del conocimiento.

  • Convulsiones tónicas. Las convulsiones tónicas causan rigidez muscular. Generalmente, afectan a los músculos de la espalda, brazos y piernas. Las personas que sufren estas convulsiones pueden tener pérdida del conocimiento y caídas.
  • Convulsiones atónicas. Las convulsiones atónicas ocasionan una pérdida repentina del control de los músculos, más a menudo en las piernas. También se llaman convulsiones de caída. Las personas que tienen este tipo de convulsión pueden colapsar.
  • Convulsiones clónicas. Las convulsiones clónicas se asocian con movimientos musculares espasmódicos. Generalmente afectan el cuello, la cara y los brazos de ambos lados del cuerpo.
  • Convulsiones mioclónicas. Las convulsiones mioclónicas generalmente causan movimientos espasmódicos breves y repentinos o sacudidas de brazos y piernas. Las personas con estas convulsiones no suelen perder el conocimiento.
  • Convulsiones tónico-clónicas. Las convulsiones tónico-clónicas son el tipo más común de convulsiones generalizadas. Antes se llamaban convulsiones gran mal. Estas pueden ocasionar pérdida del conocimiento, rigidez del cuerpo y temblores. A veces, hacen que las personas se orinen o se muerdan la lengua.

    Las convulsiones tónico-clónicas duran varios minutos. También pueden comenzar como convulsiones focales que se diseminan para afectar la mayor parte o la totalidad del cerebro.

Etapas de una convulsión

Las convulsiones pueden tener una fase inicial, una fase media y una fase final. Estas fases también se denominan pródromo, ictal y postictal.

  • Pródromo. Este es el primer aviso de que podría ocurrir una convulsión. Durante el pródromo, las personas podrían tener una sensación difícil de describir, de que podría ocurrir una convulsión. Quizás también tengan cambios en el comportamiento. Esto puede ocurrir horas o hasta días antes de la convulsión.

    La etapa de pródromo podría estar acompañada de un aura. El aura es el primer síntoma de una convulsión. Un síntoma durante el aura podría ser la sensación de que una persona o un lugar son conocidos (déjà vu), o bien podría ser la sensación de que una persona o un lugar no son conocidos.

    La persona podría simplemente sentirse rara, tener miedo o pánico, o hasta tener sentimientos agradables. Los síntomas también podrían ser, por ejemplo, olores, sonidos, sabores, visión borrosa o pensamientos acelerados. Por lo general, las auras son sensaciones difíciles de describir. Durante el pródromo, puede haber dolor de cabeza, entumecimiento, hormigueo, náuseas o mareos.

    Muchas personas con convulsiones tienen pródromo o aura, pero otras no.

  • Fase ictal. La fase ictal dura desde el primer síntoma, incluido el aura, hasta el final de la convulsión. Los síntomas de la fase ictal dependen del tipo de convulsión.
  • Fase postictal. Este es el período después de una convulsión, durante la recuperación. La etapa postictal puede durar de minutos a horas. En algunas personas, la recuperación es rápida, mientras que en otras lleva horas. La duración de la fase postictal depende del tipo de convulsión y de qué parte del cerebro se vio afectada.

    Durante esta fase, tal vez a las personas les lleve tiempo responder, tengan problemas de memoria y presenten dificultades para caminar o para escribir. Podrían sentirse somnolientos, confundidos, mareados, tristes, asustados, ansiosos o frustrados. También podrían presentar náuseas, dolor de cabeza o debilidad. Podrían sentir sed u orinar.

Cuándo consultar al médico

Busca ayuda médica de inmediato si tienes una convulsión o si ves a alguien convulsionando y sucede lo siguiente:

  • La convulsión dura más de cinco minutos.
  • La persona no respira una vez que finaliza la convulsión.
  • Tiene una segunda convulsión de inmediato.
  • La persona tiene fiebre alta.
  • El cuerpo de la persona se sobrecalienta, lo que se llama agotamiento por calor.
  • La persona está embarazada.
  • La persona tiene diabetes.
  • La convulsión ocasiona una lesión.
  • La convulsión ocurre en el agua.

Si es la primera vez que sufres una convulsión, acude a un profesional de atención médica.

Causas

Las convulsiones se deben a cambios en la forma en que las células nerviosas del cerebro se comunican. Las células nerviosas del cerebro crean, envían y reciben impulsos eléctricos. Las células nerviosas se llaman neuronas. Los impulsos permiten la comunicación entre células. Cualquier cosa que se interponga en el camino de las vías de comunicación puede derivar en una convulsión. Algunos tipos de convulsiones pueden originarse de cambios genéticos.

La causa más común de las convulsiones es la epilepsia. Sin embargo, no todas las personas que tienen una convulsión padecen epilepsia. A veces, las convulsiones pueden ocurrir por las siguientes razones:

  • Fiebre alta. Cuando la convulsión ocurre por la fiebre, se denomina convulsión febril.
  • Infección del cerebro. Algunos ejemplos pueden ser la meningitis o la encefalitis.
  • Enfermedad grave. Esto incluye enfermedades graves con COVID-19.
  • Falta de sueño.
  • Nivel bajo de sodio en la sangre. Esto puede ocurrir si tomas medicamentos que te hacen orinar.
  • Determinados medicamentos para tratar el dolor, la depresión o para ayudar a las personas a dejar de fumar.
  • Una lesión cerebral nueva y en curso, como un traumatismo craneal. Puede causar sangrado en un área del cerebro o un accidente cerebrovascular.
  • El uso de drogas que se venden en la calle. Esto incluye anfetaminas y cocaína.
  • Abuso del alcohol. Las convulsiones pueden ocurrir por la abstinencia o el consumo excesivo de alcohol.

Factores de riesgo

Los siguientes factores aumentan el riesgo de tener una convulsión:

  • Lesiones en la cabeza o el cerebro.
  • Problemas cognitivos.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Enfermedad de Alzheimer.
  • Tumores cerebrales.
  • Abuso de alcohol o drogas ilícitas.
  • Antecedentes familiares de convulsiones.

Complicaciones

En ocasiones, tener una convulsión puede derivar en complicaciones que son peligrosas para ti o para otras personas. Puedes estar en riesgo de lo siguiente:

  • Caídas. Si te caes durante una convulsión, puedes lastimarte la cabeza o quebrarte un hueso.
  • Ahogamiento. Si tienes una convulsión mientras nadas o tomas un baño, estás en riesgo de ahogarte.
  • Accidentes automovilísticos. Una convulsión puede ocasionar la pérdida de la consciencia o que no seas capaz de controlar un vehículo mientras conduces.
  • Complicaciones en el embarazo. Las convulsiones durante el embarazo suponen un peligro para la persona embarazada y para los bebés. Además, ciertos medicamentos anticonvulsivos aumentan el riesgo para enfermedades presentes al nacer. Si tienes epilepsia y quieres lograr un embarazo, habla con tu profesional de atención médica para verificar si se deben ajustar los medicamentos durante el embarazo.
  • Enfermedades mentales. Las personas con convulsiones son más propensas a presentar depresión, ansiedad u otras enfermedades mentales. Esto puede deberse a las convulsiones o a los efectos secundarios de los medicamentos anticonvulsivos.
  • Muerte repentina e inesperada. Raras veces, una sola convulsión ocasiona la muerte. Esto se llama muerte súbita e inesperada en la epilepsia. Las convulsiones que no se controlan bien y otros factores inciden en el riesgo para muerte súbita e inesperada en la epilepsia. Sin embargo, los expertos desconocen los riesgos generales o la causa. Un buen tratamiento de las convulsiones es fundamental para prevenir la muerte súbita e inesperada en la epilepsia.

Prevención

Las personas que han tenido más de una convulsión deben evitar situaciones que puedan ocasionarlas, como:

  • No dormir lo suficiente.
  • Consumo de alcohol o drogas ilícitas.
  • Estrés.
  • Estar cerca de luces intermitentes.

Diagnóstico

Actividad cerebral registrada por electroencefalograma

Un electroencefalograma registra la actividad eléctrica del cerebro a través de electrodos que se adhieren al cuero cabelludo. Los resultados del electroencefalograma muestran cambios en la actividad cerebral, lo que puede servir para diagnosticar afecciones cerebrales, especialmente la epilepsia y otras afecciones que causan convulsiones.

Colocación de electrodos para electroencefalograma de alta densidad

Durante un electroencefalograma de alta densidad, se colocan en el cuero cabelludo discos de metal planos denominados electrodos. Los electrodos se conectan a la máquina para electroencefalogramas a través de cables. Algunos pacientes utilizan una gorra elástica equipada con electrodos en vez de que se les coloque material adhesivo en el cuero cabelludo.

Tomógrafo computarizado

Las tomografías computarizadas pueden visualizar casi todas las partes del cuerpo. Se emplean para diagnosticar enfermedades o lesiones, y también para planificar tratamientos médicos, quirúrgicos o de radiación.

En un conjunto de imágenes cerebrales, se muestra una tomografía computarizada por emisión de fotón único no convulsiva, una tomografía computarizada por emisión de fotón único convulsiva y una tomografía computarizada por emisión de fotón único de sustracción con corregistro de una resonancia magnética.

En estas imágenes de tomografía computarizada por emisión de fotón único, se muestra el flujo sanguíneo en el cerebro de una persona cuando no hay actividad convulsiva (izquierda) y durante una convulsión (centro). La sustracción de la tomografía computarizada por emisión de fotón único corregistrada con la resonancia magnética (derecha) ayuda a precisar el área de actividad convulsiva mediante la superposición de los resultados de la tomografía computarizada por emisión de fotón único con los de la resonancia magnética del cerebro.

Después de una convulsión, el profesional de atención médica revisará tus síntomas y antecedentes médicos, y te hará un examen físico. Es posible que te hagan pruebas para encontrar la causa de la convulsión. Las pruebas también ayudan a evaluar la probabilidad de que tengas otra convulsión.

Las pruebas pueden incluir las siguientes:

  • Examen neurológico. Se utiliza para revisar tu comportamiento, tus capacidades motrices y cómo funciona tu cerebro.
  • Análisis de sangre. Con una muestra de sangre se pueden comprobar tus niveles de glucosa en la sangre y buscar signos de infecciones o afecciones genéticas. También es posible que un profesional de atención médica revise los niveles de sal en el cuerpo que controlan el equilibrio de los líquidos. Estas sales se llaman electrolitos.
  • Punción lumbar. En este procedimiento, se toma una muestra del líquido de la columna vertebral para analizarla. Una punción lumbar puede demostrar si una infección ocasionó la convulsión.
  • Electroencefalograma. En este examen, se ponen electrodos al cuero cabelludo para registrar la actividad eléctrica del cerebro. Esta actividad se manifiesta como líneas onduladas en un registro de electroencefalograma. El electroencefalograma puede mostrar un patrón que indica si la convulsión puede volver a ocurrir.

    El electroencefalograma también puede ayudar a descartar otras afecciones que tienen síntomas parecidos a los de la epilepsia. Esta prueba puede hacerse en una clínica, por la noche en casa o durante varias noches en el hospital.

Los estudios por imágenes pueden ser los siguientes:

  • Resonancia magnética. Una resonancia magnética usa potentes ondas de radio e imanes para crear una vista detallada del cerebro. Este estudio puede mostrar cambios en el cerebro que podrían derivar en convulsiones.
  • Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada usa rayos X para obtener imágenes transversales del cerebro. La tomografía computarizada puede mostrar cambios en el cerebro que podrían causar una convulsión. Estos cambios incluyen tumores, sangrado y quistes.
  • Tomografía por emisión de positrones. En ella se utiliza una pequeña cantidad de material radioactivo en dosis bajas que se inyecta en una vena. Este material ayuda a mostrar áreas activas del cerebro y cambios en él.
  • Tomografía computarizada por emisión de fotón único. En esta prueba se utiliza una pequeña cantidad de material radioactivo en dosis baja que se inyecta en una vena. La prueba crea un mapa tridimensional detallado del flujo de sangre en el cerebro durante una convulsión.

    El profesional de atención médica también puede realizar un tipo de tomografía computarizada por emisión de fotón único denominada sustracción de tomografía computarizada por emisión de fotón único ictal corregistrada a la resonancia magnética. Es posible que la prueba proporcione resultados aún más detallados. Por lo general, la prueba se realiza en un hospital con un registro de electroencefalograma nocturno.

Tratamiento

Generador de pulsos para la estimulación del nervio vago

En la estimulación del nervio vago, un generador de pulsos implantado y un cable conductor estimulan el nervio vago, lo que lleva a la estabilización de la actividad eléctrica irregular en el cerebro.

Estimulación cerebral profunda

En la estimulación cerebral profunda, se implanta un electrodo dentro del cerebro. La estimulación generada por el electrodo se controla mediante un dispositivo similar a un marcapasos, que se coloca debajo de la piel del pecho. Un cable que va por debajo de la piel conecta el dispositivo con el electrodo.

No todas las personas que han sufrido una convulsión tienen otra. Por eso, el profesional de atención médica puede decidir no comenzar el tratamiento, a menos que hayas tenido más de una.

El objetivo en el tratamiento de las convulsiones es encontrar la mejor terapia para detenerlas con la menor cantidad de efectos secundarios.

Medicamentos

A menudo, el tratamiento de las convulsiones implica la administración de medicamentos anticonvulsivos. Existen varios tipos de medicamentos anticonvulsivos.

Encontrar el medicamento correcto y la dosis adecuada puede resultar difícil. Algunas personas prueban varios medicamentos antes de encontrar el adecuado con la dosis correcta. Los efectos secundarios comunes pueden incluir cambios en el peso, mareos, cansancio y cambios en el estado de ánimo. En raras ocasiones, los efectos secundarios más graves pueden dañar el hígado o la médula ósea.

Un profesional de atención médica considera tu afección, la frecuencia con la que tienes convulsiones, tu edad y otros factores al elegir qué medicamento recetar. También revisará cualquier otro medicamento que tomes para asegurarse de que los anticonvulsivos no interactúen con ellos.

Terapia alimentaria

Seguir una dieta cetogénica puede mejorar el control de las convulsiones. Una dieta cetogénica es alta en grasas y muy baja en carbohidratos. Pero puede ser difícil de seguir, dado que solo se permite un rango pequeño de alimentos.

Otras versiones de una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos también podrían ser útiles, aunque quizás no funcionen igual de bien. Estas incluyen la dieta del índice glucémico bajo y la dieta de Atkins. Los expertos siguen estudiando estas dietas.

Cirugía

Si el tratamiento con al menos dos medicamentos anticonvulsivos no funciona, es posible que debas someterte a una cirugía para detener las convulsiones. La cirugía funciona mejor en las personas con convulsiones que siempre comienzan en el mismo lugar del cerebro. Los tipos de cirugía incluyen los siguientes:

  • Lobectomía. Los cirujanos localizan y extirpan el área del cerebro donde comienzan las convulsiones.
  • Ablación térmica, también llamada terapia térmica intersticial con láser. Este procedimiento menos invasivo dirige energía altamente concentrada a un objetivo del cerebro, donde comienzan las convulsiones. Esto destruye las neuronas cerebrales que ocasionan las convulsiones.
  • Transección subpial múltiple. Este tipo de cirugía consiste en realizar varios cortes en áreas del cerebro para evitar las convulsiones. Los cirujanos suelen realizarla cuando no pueden extirpar de forma segura el área del cerebro donde comienzan las convulsiones.
  • Callosotomía. En esta cirugía, se corta la red de conexiones entre las neuronas de la mitad izquierda y la mitad derecha del cerebro. Se utiliza para tratar las convulsiones que comienzan en una mitad del cerebro y se trasladan a la otra. Pero, aún después de la cirugía, las convulsiones pueden seguir produciéndose en el lado del cerebro donde comenzaron.
  • Hemisferectomía. Esta cirugía separa un lado del cerebro del resto del cerebro y el cuerpo. Los cirujanos la utilizan solo cuando los medicamentos no son eficaces para controlar las convulsiones y cuando estas afectan solo la mitad del cerebro.

    Esta cirugía puede ocasionar la pérdida de muchas capacidades funcionales diarias. Sin embargo, por lo general, los niños pueden recuperar esas capacidades con rehabilitación.

Estimulación eléctrica

Si los cirujanos no pueden extirpar o desconectar la zona del cerebro donde comienzan las convulsiones, podrían ser útiles los dispositivos que brindan estimulación eléctrica. Pueden combinarse con medicamentos anticonvulsivos para reducir las convulsiones. Estos son algunos de los dispositivos de estimulación que podrían ofrecer alivio para las convulsiones:

  • Estimulación del nervio vago. Un dispositivo colocado bajo la piel del pecho estimula el nervio vago del cuello. Este envía señales al cerebro que disminuyen las convulsiones.
  • Neuroestimulación receptiva. Los cirujanos colocan este dispositivo en el cerebro o en el tejido cerebral. El dispositivo puede detectar cuándo empieza la actividad convulsiva y produce una estimulación eléctrica para frenarla.
  • Estimulación cerebral profunda. Los cirujanos colocan cables delgados denominados electrodos dentro de ciertas zonas del cerebro para producir impulsos eléctricos. Los impulsos ayudan a que el cuerpo controle la actividad cerebral que causa las convulsiones. Los electrodos se unen a un dispositivo similar a un marcapasos que se coloca debajo de la piel del pecho. También controla la cantidad de estimulación que se aplica.

Embarazo y convulsiones

Las personas que tuvieron convulsiones casi siempre pueden lograr embarazos saludables. Pero algunos medicamentos usados para tratar las convulsiones pueden, a veces, ocasionar enfermedades presentes al nacer.

El ácido valproico es un medicamento para las convulsiones generalizadas que se ha relacionado a problemas cognitivos y defectos del conducto neural en los bebés, como espina bífida. La American Academy of Neurology (Academia Estadounidense de Neurología) recomienda evitar usar ácido valproico durante el embarazo debido a que presenta riesgos para el bebé.

Habla con el profesional de atención médica sobre los riesgos de los medicamentos anticonvulsivos, incluido el riesgo de enfermedades presentes al nacer. Elabora un plan con el profesional de atención médica antes de lograr un embarazo. El embarazo puede cambiar los niveles de los medicamentos.

Es posible que algunas personas deban modificar la dosis del medicamento anticonvulsivo antes del embarazo o durante este. El objetivo es recibir la menor dosis del medicamento anticonvulsivo más seguro que pueda controlar las convulsiones.

Tomar ácido fólico antes del embarazo puede ayudar a prevenir algunas complicaciones relacionadas con el uso de medicamentos anticonvulsivos durante el embarazo. El ácido fólico se encuentra en las vitaminas prenatales estándar. Los expertos recomiendan que todas las personas en edad fértil consuman ácido fólico mientras toman medicamentos anticonvulsivos.

Anticonceptivos y medicamentos anticonvulsivos

Algunos medicamentos anticonvulsivos evitan que los anticonceptivos hagan efecto. Habla con el profesional de atención médica para evaluar si el medicamento interviene en el efecto del anticonceptivo. Podría ser necesario que uses otro método anticonceptivo.

Posibles tratamientos futuros

Los investigadores estudian otros tratamientos que podrían tratar las convulsiones. Estos incluyen tratamientos para estimular el cerebro sin cirugía.

Un área de investigación prometedora es el ultrasonido focalizado guiado por resonancia magnética. El tratamiento consiste en apuntar los haces utilizados en las ecografías, que son ondas sonoras, a la región del cerebro que causa las convulsiones. El haz crea energía que destruye el tejido cerebral sin necesidad de cirugía.

Este tipo de tratamiento puede alcanzar estructuras cerebrales más profundas. También puede dirigirse a un objetivo sin dañar el tejido cercano.

Estilo de vida y remedios caseros

A continuación, se mencionan algunas medidas que puedes tomar para ayudar a controlar las convulsiones:

  • Toma los medicamentos correctamente. No cambies la dosis sin hablar con el profesional de atención médica primero. Si crees que debes cambiar el medicamento, siempre debes hablar con el profesional de atención médica.
  • Duerme lo suficiente. La falta de sueño puede desencadenar convulsiones. Asegúrate de descansar lo suficiente todas las noches.
  • Lleva puesto un brazalete de alerta médica. Esto ayudará a que el personal de emergencias sepa cómo tratarte si tienes otra convulsión.
  • Haz actividad física. El ejercicio y la actividad física pueden ayudar a mantenerte saludable y a reducir la depresión. Asegúrate de beber suficiente agua. También debes descansar si te cansas durante el ejercicio.
  • Elige un estilo de vida saludable. Controlar el estrés, limitar el consumo de alcohol y no fumar son parte de un estilo de vida saludable.

Tratamiento

Seguridad personal

Las convulsiones no suelen resultar en lesiones graves. Sin embargo, si tienes convulsiones muchas veces, puedes lastimarte. Estas medidas pueden ayudarte a prevenir lesiones durante una convulsión:

  • Ten cuidado si estás cerca del agua. No nades solo ni pasees en un bote sin que haya alguien cerca.
  • Usa casco. Usa casco durante las actividades, como andar en bicicleta o practicar deportes.
  • Toma duchas. No te bañes en una bañera, a menos que alguien esté cerca de ti.
  • Amortigua tu casa. Cubre con almohadillas las esquinas con punta, compra muebles con bordes redondeados y elige sillas con brazos que eviten que te caigas. Considera usar una alfombra con un relleno grueso para protegerte si te caes.
  • No hagas trabajos en altura. Tampoco manejes maquinaria pesada.
  • Haz una lista de los consejos de primeros auxilios para convulsiones. Colócala en un lugar donde las personas puedan verla. Incluye números de teléfono que las personas puedan necesitar si tienes una convulsión.
  • Piensa en usar un dispositivo de detección de convulsiones. En EE. UU., la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha creado un dispositivo similar a un reloj que te indica cuándo estás por tener una convulsión tónico-clónica (EpiMonitor). El dispositivo alerta a los seres queridos o cuidadores para que puedan verificar que estés bien y garanticen tu seguridad.

    Otro dispositivo aprobado por la FDA se sujeta a un músculo del brazo llamado bíceps para controlar la actividad de las convulsiones (Brain Sentinel SPEAC). Habla con el profesional de atención médica para saber si usar este tipo de dispositivo podría ser adecuado para ti.

Estilo de vida y remedios caseros

Primeros auxilios para las convulsiones

Saber qué hacer si ves a alguien teniendo una convulsión es útil. Si corres riesgo de tener convulsiones, comparte esta información con tus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Así, ellos podrán saber qué hacer si tienes una convulsión.

Toma estas medidas para ayudar a una persona durante una convulsión:

  • Gira suavemente a la persona hacia un lado.
  • Coloca algo blando debajo de su cabeza.
  • Afloja las prendas que ajusten el cuello.
  • No introduzcas tus dedos ni otros objetos en la boca de la persona.
  • No intentes sujetar a la persona.
  • Si la persona se está moviendo, aleja los objetos peligrosos.
  • Quédate con la persona hasta que llegue la ayuda médica.
  • Observa a la persona detenidamente para que puedas decirles qué ocurrió a los ayudantes médicos.
  • Mide el tiempo de duración de la convulsión.
  • Mantén la calma.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

El estrés causado por vivir con un trastorno convulsivo puede afectar tu salud mental. Habla con el profesional de atención médica sobre lo que sientes. Busca maneras de obtener ayuda.

En casa

Tus familiares pueden brindarte el apoyo que necesitas. Diles lo que sepas sobre tus convulsiones. Hazles saber que pueden hacerte preguntas. Pregúntales qué les preocupa. Ayuda a tus familiares a que se informen sobre tu afección. Comparte materiales u otros recursos que te brinde el profesional de atención médica.

En el trabajo

Habla con tu supervisor sobre las convulsiones y cómo te afectan. Analiza lo que necesitarás que tu supervisor o tus compañeros hagan si tienes una convulsión en el trabajo. Habla con tus compañeros de trabajo sobre las convulsiones. Esto hará que comprendan la situación y te apoyen aún más.

No estás solo.

Acude a tus familiares y amigos. Pregunta al profesional de atención médica sobre los grupos de apoyo locales o únete a una comunidad de apoyo en línea. No tengas miedo de pedir ayuda. Tener un sistema de apoyo sólido es fundamental cuando vives con una enfermedad.

Preparación antes de la cita

A veces, las convulsiones requieren asistencia médica de inmediato. Por eso, no siempre hay tiempo para prepararse para una cita médica.

Sin embargo, es posible que debas reunirte con tu profesional de atención primaria o con un especialista. Podrías ver a un especialista capacitado en afecciones del cerebro y el sistema nervioso, llamado neurólogo. También podrían remitirte a un epileptólogo, que es un neurólogo especializado en epilepsia.

A continuación, encontrarás información que te ayudará con la preparación para la cita médica.

Qué puedes hacer

  • Anota lo que recuerdes de la convulsión. Incluye cuándo y dónde pasó, los síntomas que tuviste y cuánto duró, si lo sabes. Pídele a cualquier persona que haya presenciado la convulsión que te ayude a completar los detalles.
  • Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debas hacer antes a fin de prepararte para cualquier prueba o examen médico.
  • Anota información personal crucial, como situaciones de gran estrés o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes, junto con las dosis.
  • Asiste a la cita médica con un familiar o un amigo. Alguien que te acompañe puede ayudarte a recordar toda la información que recibas. Además, la persona que te acompaña puede responder preguntas sobre las convulsiones que tú no puedes responder.
  • Anota las preguntas que quieras hacerle al profesional de atención médica. Preparar una lista de preguntas puede ayudarte a aprovechar al máximo el tiempo durante tu cita médica.

En el caso de convulsiones, algunas preguntas básicas que se pueden hacer son las siguientes:

  • ¿Qué cree que causó mi convulsión?
  • ¿Qué pruebas deben hacerme?
  • ¿Qué tratamiento me recomienda?
  • ¿Qué posibilidades existen de que tenga otra convulsión?
  • ¿Cómo puedo asegurarme de no lastimarme si tengo otra convulsión?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas enfermedades de manera conjunta?
  • ¿Debo respetar alguna restricción?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

No dudes en hacer todas las preguntas que tengas.

Qué esperar del médico

Es probable que un profesional de atención médica te haga preguntas como las siguientes:

  • ¿Puedes describir el episodio de convulsión?
  • ¿Había alguien allí para presenciar lo que ocurrió?
  • ¿Qué sentiste justo antes de la convulsión? ¿Qué ocurrió justo después de la convulsión?
  • ¿Has tenido una convulsión u otra afección neurológica en el pasado?
  • ¿Tienes algún familiar a quien se le haya diagnosticado una afección convulsiva o epilepsia?
  • ¿Has viajado fuera del país recientemente?
Last Updated: March 7th, 2025

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