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Cáncer de amígdalas

Infórmate acerca de cómo los médicos usan tratamientos innovadores, como la cirugía robótica transoral y la terapia de protones, para tratar este tipo de cáncer de garganta.

Perspectiva general

El cáncer de amígdalas es el crecimiento anormal de las células que se forma en las amígdalas. Las amígdalas son dos almohadillas ovaladas ubicadas en la parte posterior de la boca que forman parte del sistema inmunitario del cuerpo que combate los gérmenes.

El cáncer de amígdalas puede causar dificultad al tragar y una sensación de que queda algo en la garganta. Muchas veces el cáncer de amígdalas se diagnostica tarde en el transcurso de la enfermedad, cuando el cáncer ya se extendió a zonas cercanas, como los ganglios linfáticos del cuello.

Los tratamientos para el cáncer de amígdalas incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia.

Síntomas

Los signos y síntomas del cáncer de amígdalas incluyen los siguientes:

  • Dificultad para tragar
  • Una sensación de que queda algo en la garganta
  • Hinchazón y dolor en el cuello
  • Dolor de oído
  • Rigidez de la mandíbula

Cuándo debes consultar a un médico

Solicita una cita con el médico o el dentista si tienes cualquier signo o síntoma persistente que te preocupe.

Causas

El VPH aumenta el riesgo de cáncer de garganta, paladar blando, amígdalas y la parte posterior de la lengua.

El virus del papiloma humano, también llamado VPH, es una infección común que se transmite por contacto sexual. Aumenta el riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer de garganta. El VPH se ha asociado al cáncer que afecta el paladar blando, las amígdalas, la parte posterior de la lengua, los laterales y la pared posterior de la garganta.

El cáncer de amígdalas comienza cuando las células sanas de las amígdalas desarrollan cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le dicen a la célula qué hacer. Los cambios les dicen a las células que crezcan fuera de control y que continúen viviendo cuando las células sanas normalmente morirían. La acumulación de células crea un tumor que puede crecer más allá de las amígdalas y extenderse a otras partes del cuerpo.

No está claro qué causa el cáncer de amígdalas, pero los médicos están descubriendo que el virus del papiloma humano, o VPH, tiene un papel importante. Esta infección de transmisión sexual se detecta en la mayoría de los cánceres de amígdalas en los Estados Unidos. El cáncer de amígdalas causado por el VPH suele aparecer en la juventud y es más probable que responda bien ante los tratamientos disponibles.

Factores de riesgo

Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de amígdalas son los siguientes:

  • Fumar tabaco
  • Consumir bebidas alcohólicas
  • Estar infectado con el virus del papiloma humano (VPH)

Prevención

Para reducir tu riesgo de cáncer de amígdalas:

  • No consumas tabaco. Si no consumes tabaco, no empieces. Si actualmente consumes tabaco de cualquier tipo, habla con tu médico acerca de estrategias que te ayuden a dejar de fumar.
  • Limita el consumo de alcohol si eliges beber. Si eliges beber alcohol, hazlo con mesura. Para los adultos saludables, beber con moderación significa una bebida al día para las mujeres y hasta dos bebidas al día para los hombres.
  • Consigue atención dental regular. Durante la cita, el dentista te revisará la boca para detectar signos de cáncer y cambios precancerosos.
  • Piensa en aplicarte la vacuna contra el virus del papiloma humano. La vacunación para prevenir la infección por el virus del papiloma humano puede reducir tu riesgo de cánceres relacionados con el virus del papiloma humano, como el cáncer de amígdalas. Pregúntale al médico si la vacuna contra el virus del papiloma humano es apropiada para ti.

Diagnóstico

Algunas de las pruebas y los procedimientos utilizados para diagnosticar el cáncer de amígdalas son los siguientes:

  • Examen de la garganta y el cuello. Tu médico usará un espejo o una cámara pequeña para examinar la boca y garganta. Es posible que use las manos para palpar el cuello y buscar ganglios linfáticos agrandados.
  • Extracción de muestra de tejido para análisis. El médico extirpará un área de tejido sospechoso y la enviará a un laboratorio para su análisis. En el laboratorio, médicos especialmente capacitados (patólogos) buscarán signos de cáncer. La muestra de tejido también se analizará en busca del VPH, ya que la presencia de este virus repercute en gran medida en tu pronóstico y tus opciones de tratamiento.
  • Pruebas por imágenes. Para comprender mejor el tamaño del cáncer y saber si podría haberse extendido más allá de las amígdalas, tu médico puede recomendar pruebas por imágenes, como tomografía computarizada (TAC), imágenes por resonancia magnética (IRM) y tomografía por emisión de positrones.

Tu médico usa la información de estos procedimientos para definir el estadio del cáncer. Los estadios del cáncer de amígdalas van del 0 al IV. Los primeros estadios indican un cáncer pequeño que puede limitarse a la amígdala o puede haberse extendido a algunos ganglios linfáticos cercanos. Los estadios más avanzados indican un cáncer más generalizado que creció hasta afectar muchos ganglios linfáticos o que se extendió a otras áreas del cuerpo.

Tratamiento

Las opciones de tratamiento para el cáncer de amígdalas más adecuadas para ti dependen del tipo y del estadio del cáncer y del estado del VPH, como así también de la salud general y de las preferencias personales. Las opciones de tratamiento para el cáncer de amígdalas pueden incluir cirugía, radioterapia o una combinación de quimioterapia y radioterapia.

Los investigadores están estudiando si las personas con cáncer de amígdalas relacionado con el VPH pueden tratarse con dosis más bajas de radioterapia y quimioterapia. Este tratamiento menos intenso causa menos efectos secundarios y, según estudios anteriores, pareciera ser tan eficaz como los tratamientos con dosis más altas. Si tu cáncer de amígdalas está relacionado con el VPH, tú y tu médico pueden considerar un ensayo clínico que estudia los tratamientos menos intensos.

Cirugía

El objetivo de la cirugía del cáncer de amígdalas es extirpar el cáncer tanto como sea posible. La cirugía puede utilizarse para tratar todos los estadios del cáncer de amígdalas.

La cirugía normalmente se lleva a cabo a través de la boca (cirugía transoral). Los cirujanos pasan herramientas especializadas a través de la boca para acceder al cáncer y extirparlo con herramientas cortantes o láseres.

En algunas situaciones, puede ser necesario hacer una incisión grande en el cuello para extirpar los cánceres grandes y aquellos que se han diseminado a los ganglios linfáticos. La cirugía reconstructiva y la rehabilitación pueden ser necesarias para recuperar la capacidad de comer, hablar y tragar.

Radioterapia

La radioterapia utiliza haces de energía de alta potencia, como los rayos X o los protones, para destruir las células cancerosas.

La radioterapia puede usarse sola para tratar cánceres pequeños que no se extendieron más allá de las amígdalas. La radioterapia se usa a veces después de la cirugía si el cáncer no puede extirparse por completo o si hay riesgo de que el cáncer se pueda haber propagado a los ganglios linfáticos.

La radiación también puede combinarse con quimioterapia como tratamiento inicial o adicional después de la cirugía. La quimioterapia hace que las células cancerosas sean más vulnerables a la radiación y puede aumentar la eficacia.

Quimioterapia

La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. En el caso de cáncer de amígdalas, la quimioterapia a menudo se combina con radioterapia. También puede usarse sola para desacelerar el crecimiento del cáncer de amígdalas recurrente o que se ha extendido a otras partes del cuerpo.

Servicios de rehabilitación

Los especialistas de rehabilitación en terapia del habla, tratamiento de deglución, nutrición, fisioterapia y terapia ocupacional colaboran con la rehabilitación que podría hacer falta después de una cirugía o radioterapia.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Enterarte de que tienes una enfermedad que puede poner tu vida en riesgo puede ser devastador. Con el tiempo, encontrarás maneras de hacer frente a los sentimientos, pero puedes encontrar consuelo siguiendo estas estrategias:

  • Haz preguntas sobre el cáncer de amígdalas. Escribe las preguntas que tengas acerca de este tipo de cáncer. Haz estas preguntas en tu próxima cita médica. Además, pide al médico algunos recursos confiables de donde puedas obtener más información.

    Informarte sobre el tipo de cáncer que padeces y las opciones de tratamiento puede lograr que te sientas más cómodo en cuanto a la toma de decisiones sobre tu atención médica.

  • Mantente conectado con tus familiares y amigos. El diagnóstico de cáncer puede también ser estresante para tus familiares y amigos. Intenta mantenerlos involucrados en tu vida.

    Tus familiares y amigos posiblemente preguntarán si hay algo que puedan hacer por ti. Piensa en algunas tareas con las que podrías necesitar ayuda, como el cuidado de tu hogar si tienes que permanecer en el hospital o solamente estar presentes cuando quieras charlar.

    Puedes encontrar consuelo en el apoyo de un grupo de familiares y amigos que te brinden atención.

  • Busca a alguien con quien hablar. Busca a alguien con quien puedas hablar y que tenga experiencia con personas que padecen enfermedades mortales. Consulta con un asesor, asistente social, miembro del clero o algún grupo de apoyo para personas con cáncer.

Preparación antes de la cita

Comienza por solicitar una cita con el dentista o médico de cabecera si tienes algún signo o síntoma que te preocupe.

Si tu médico o dentista sospecha que puedes tener cáncer de amígdalas, es posible que te remita a los siguientes especialistas:

  • Un cirujano que se especializa en procedimientos de cabeza y cuello
  • Un médico que utiliza medicamentos para tratar el cáncer (oncólogo)
  • Un médico que usa radiación para tratar el cáncer (radioncólogo)

Debido a que las citas médicas pueden ser breves y a que, generalmente, hay mucha información de la que hablar, es una buena idea estar preparado. La siguiente información te ayudará a prepararte y a saber qué esperar del médico.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
  • Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita.
  • Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, como también de las vitaminas o los suplementos que estés tomando.
  • Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una cita. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que hayas pasado por alto u olvidado.
  • Escribe preguntas para hacerle al médico.

Tu tiempo con el médico es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovechar ese tiempo al máximo. Organiza tus preguntas de la más a la menos importante en caso de que se acabe el tiempo. En el caso del cáncer de amígdalas, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacerle a tu médico:

  • ¿En qué estadio del cáncer de amígdalas me encuentro?
  • ¿Puedes explicarme el informe de patología? ¿Puedo llevarme una copia de mi informe de patología?
  • ¿Necesitaré más pruebas?
  • ¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el cáncer de amígdalas?
  • ¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de cada opción?
  • ¿Existe alguna opción de tratamiento que recomiendes más que otras?
  • ¿Qué le recomendarías a un ser querido en la misma situación?
  • ¿Debo buscar una segunda opinión de un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
  • ¿Tienes folletos u otros materiales impresos que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomiendas?

Además de las preguntas que preparaste para el médico, no dudes en hacer otras preguntas durante la cita.

Qué esperar de tu médico

Es probable que el médico te haga varias preguntas. Estar listo para responderlas puede darte más tiempo para abordar los puntos que quieras tratar. El médico podría hacerte estas preguntas:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
  • ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
  • ¿Cómo son de graves los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?
Last Updated: September 22nd, 2022