Cardioversión
Infórmate sobre qué esperar durante este tratamiento para restablecer el ritmo cardíaco.
Perspectiva general
La cardioversión es un tratamiento médico en el que se utilizan choques rápidos y de baja energía para restablecer un ritmo cardíaco normal. Se utiliza para tratar ciertos latidos cardíacos irregulares, conocidos como arritmias. Un ejemplo es la fibrilación auricular. A veces, la cardioversión se hace con medicamentos.
La cita para la cardioversión por lo general se programa de antemano, aunque a veces se hace como tratamiento de emergencia. En general, la cardioversión restaura rápidamente un ritmo cardíaco normal.
La cardioversión no es lo mismo que la desfibrilación. Ese es un procedimiento de emergencia que se realiza cuando el corazón se detiene o se agita con pulsaciones ineficaces.
Por qué se debe hacer
La cardioversión se hace para corregir un latido del corazón demasiado rápido o irregular.
Puede que necesites este tratamiento si tienes un trastorno de ritmo cardíaco tal como:
- Fibrilación auricular.
- Aleteo auricular.
Hay dos tipos principales de cardioversión.
- La cardioversión eléctrica usa una máquina y sensores para administrar choques rápidos de baja energía al pecho. Este tipo permite al profesional de atención médica ver de inmediato si el tratamiento corrigió el latido irregular del corazón.
- La cardioversión química, también conocida como cardioversión farmacológica, usa medicamentos para restaurar el ritmo del corazón. Tarda más tiempo en hacer efecto que la cardioversión eléctrica. En este tipo de cardioversión no se administran choques.
Riesgos
Los riesgos de la cardioversión eléctrica son poco comunes. Tu equipo de atención médica puede tomar medidas para disminuir el riesgo.
Entre los posibles riesgos de la cardioversión eléctrica se encuentran los siguientes:
-
Complicaciones de coágulos sanguíneos. En algunas personas con latidos cardíacos irregulares, como sucede con la fibrilación auricular, se forman coágulos sanguíneos en el corazón. Las descargas en el corazón pueden hacer que estos coágulos sanguíneos se desplacen a otras partes del cuerpo, como los pulmones o el cerebro. Esto puede causar un accidente cerebrovascular o una embolia pulmonar.
Las pruebas se suelen hacer antes de la cardioversión para revisar si hay coágulos sanguíneos. Algunas personas pueden recibir anticoagulantes antes del tratamiento.
- Otros latidos cardíacos irregulares. Rara vez, algunas personas desarrollan otro tipo de latidos cardíacos irregulares durante o después de la cardioversión. Estos nuevos latidos cardíacos irregulares suelen ocurrir minutos después del tratamiento. Se pueden administrar medicamentos o descargas adicionales para corregir el ritmo cardíaco.
- Quemaduras en la piel. Rara vez, algunas personas reciben quemaduras menores en su piel a causa de los sensores colocados en su pecho durante la prueba.
La cardioversión se puede realizar durante el embarazo. Pero también se recomienda vigilar el latido cardíaco del bebe durante el tratamiento.
Cómo prepararte
La cardioversión se suele programar de antemano. Si los síntomas de latido irregular del corazón son graves; la cardioversión se puede realizar en un entorno de emergencia.
Antes de la cardioversión, tal vez debas someterte a una ecografía del corazón, que se conoce como ecocardiograma, para verificar si tienes coágulos sanguíneos en el corazón. La cardioversión puede hacer que los coágulos sanguíneos se muevan, lo que puede llevar a complicaciones que ponen en riesgo la vida. Tu profesional de atención médica te dice si necesitas esta prueba antes de la cardioversión.
Si tienes uno o más coágulos sanguíneos en el corazón, la cardioversión se suele retrasar de 3 a 4 semanas. Durante este tiempo, sueles tomar anticoagulantes para reducir el riesgo de complicaciones.
Lo que puedes esperar
Antes del procedimiento
Por lo general, no puedes comer ni beber nada durante unas ocho horas antes de la cardioversión.
Tu equipo de atención médica te indicará si debes tomar alguno de tus medicamentos habituales antes del tratamiento.
Durante el procedimiento
La cardioversión suele realizarse en el hospital. Un profesional de atención médica inserta una vía intravenosa en tu brazo o mano. Te dan un medicamento conocido como sedante que te ayuda a sentir calma o menos ansiedad durante el tratamiento.
Si te realizan una cardioversión química, recibirás medicamentos por la vía intravenosa para restaurar el ritmo cardíaco.
Si te realizan una cardioversión eléctrica, un profesional de atención médica te coloca varios parches grandes con sensores en el pecho y a veces en la espalda. Los sensores se conectan a la máquina mediante cables. La máquina registra el ritmo cardíaco. Esta administra choques rápidos y de baja energía al corazón para tratar los latidos cardíacos irregulares. La cardioversión eléctrica suele tardar unos pocos minutos en completarse.
Después del procedimiento
Normalmente pasas alrededor de una hora en una sala de recuperación. Un profesional de atención médica te controla de cerca en caso de cualquier complicación.
Si la cardioversión eléctrica estaba programada, por lo general puedes irte a casa el mismo día del procedimiento. Necesitas que alguien te lleve a casa.
Luego de la cardioversión, te dan medicamentos anticoagulantes para prevenir coágulos sanguíneos. Por lo general tomas estos medicamentos durante varias semanas. Necesitas anticoagulantes aunque no se hayan encontrado coágulos en el corazón antes del tratamiento.
Resultados
El profesional de atención médica te hablará sobre los resultados del tratamiento. En general, la cardioversión restaura rápidamente un ritmo cardíaco normal. Aunque algunas personas necesitan más tratamientos para mantener el ritmo normal.
Tu equipo de atención médica te puede pedir que hagas cambios en tu estilo de vida para mejorar la salud de tu corazón. Los hábitos de estilo de vida saludables pueden prevenir o tratar afecciones tales como presión arterial alta, que pueden causar latidos cardíacos irregulares.
Prueba estos consejos saludables para el corazón:
- No fumes ni consumas tabaco.
- Sigue una dieta saludable. Opta por frutas, verduras y granos o cereales integrales. Limita el consumo de sal, azúcar, grasas saturadas y grasas trans.
- Haz ejercicio regularmente. Pregúntale a tu profesional de atención médica qué cantidad es saludable para ti.
- Mantén un peso saludable.
- Duerme entre 7 y 8 horas diarias.
- Toma medidas para reducir el estrés emocional.
© 1998-2024 Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médicas (MFMER, por sus siglas en inglés). Todos los derechos reservados.
Terms of Use