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Desfibrilador cardioversor implantable

Este dispositivo de terapia cardíaca emite descargas para controlar los ritmos cardíacos peligrosos. Infórmate sobre cuándo puedes necesitar un desfibrilador cardioversor implantable y cómo se coloca en el pecho.

Perspectiva general

Desfibrilador cardioversor implantable

El desfibrilador cardioversor implantable controla el ritmo cardíaco al enviar descargas eléctricas al corazón cuando el dispositivo detecta un ritmo cardíaco irregular.

Un desfibrilador cardioversor implantable es un pequeño dispositivo que funciona con batería y se coloca en el pecho. Detecta y detiene los latidos irregulares o arritmias. Un desfibrilador cardioversor implantable verifica de manera continua los latidos del corazón. Emite descargas eléctricas cuando es necesario para restablecer el ritmo cardíaco normal.

Es posible que necesites un desfibrilador cardioversor implantable si tu corazón late peligrosamente rápido, lo que se conoce como taquicardia ventricular o como fibrilación ventricular. Un desfibrilador cardioversor implantable también se puede recomendar si tiene un riesgo elevado de presentar latidos irregulares peligrosos, normalmente debido a un músculo cardíaco débil.

Un desfibrilador cardioversor implantable no es lo mismo que un marcapasos. Un marcapasos es un dispositivo que sirve para prevenir latidos peligrosamente lentos.

Tipos

Un desfibrilador cardioversor implantable es un tipo de dispositivo de terapia cardíaca. Existen dos tipos básicos:

  • Un desfibrilador cardioversor implantable tradicional que se implanta en el pecho. Unos cables, llamados derivaciones, que se conectan al corazón.
  • El desfibrilador cardioversor implantable subcutáneo se coloca bajo la piel en el lado del pecho por debajo de la axila. Está unido a un sensor, llamado electrodo. El sensor recorre el esternón. Un desfibrilador cardioversor implantable subcutáneo es más grande que un desfibrilador cardioversor implantable tradicional. No toca el corazón.

Por qué se debe hacer

Desfibrilador cardioversor implantable subcutáneo

Un desfibrilador cardioversor implantable subcutáneo es una alternativa menos invasiva que un desfibrilador cardioversor implantable tradicional. El desfibrilador cardioversor implantable subcutáneo se coloca bajo la piel al costado del pecho, debajo de la axila. Se conecta a un sensor que recorre el esternón.

Un desfibrilador cardioversor implantable verifica constantemente si hay latidos irregulares e intenta corregirlos al instante. Ayuda cuando toda la actividad cardíaca se interrumpe súbitamente, lo que se llama paro cardíaco.

Un desfibrilador cardioversor implantable es el tratamiento principal para cualquier persona que haya sobrevivido a un paro cardíaco. Estos dispositivos se utilizan cada vez más en personas con alto riesgo de padecer un paro cardíaco súbito. Un desfibrilador cardioversor implantable disminuye el riesgo de muerte súbita por paro cardíaco más que solo con medicamentos.

Es posible que tu cardiólogo te recomiende un desfibrilador cardioversor implantable si tienes síntomas de un ritmo cardíaco irregular, lo que se llama taquicardia ventricular sostenida. El desmayo es uno de los síntomas.

Un desfibrilador cardioversor implantable también puede recomendarse si sobreviviste a un paro cardíaco o si tienes:

  • Antecedentes de enfermedad de las arterias coronarias y ataque cardíaco que hayan debilitado el corazón.
  • Un músculo cardíaco agrandado.
  • Enfermedad cardíaca genética que aumenta el riesgo de ritmos cardíacos peligrosamente rápidos, como algunos tipos de síndrome de QT largo.

Riesgos

Entre los posibles riesgos de la cirugía para desfibriladores cardioversores implantables se incluyen:

  • Infección en el lugar del implante.
  • Hinchazón, sangrado o moretones.
  • Daño a los vasos sanguíneos causados por los cables del desfibrilador cardioversor implantable.
  • Hemorragia alrededor del corazón, que puede ser mortal.
  • Fuga de sangre a través de la válvula cardíaca por donde se coloca el cable del desfibrilador cardioversor implantable.
  • Colapso pulmonar.
  • Movimiento del dispositivo o los cables, que podría ocasionar un desgarro o corte en el músculo cardíaco. Esta complicación, llamada perforación cardíaca, es poco frecuente.

Cómo prepararte

Antes de recibir un desfibrilador cardioversor implantable se te realizan varias pruebas para comprobar la salud de tu corazón. Las pruebas pueden incluir:

  • Electrocardiograma (ECG o EKG, por sus siglas en inglés). Un electrocardiograma es una prueba rápida e indolora que verifica los latidos del corazón. Se te colocan unos parches adhesivos llamados electrodos en el pecho y, a veces, en los brazos y las piernas. Los cables permiten conectar los electrodos a una computadora, que muestra o imprime los resultados. Un electrocardiograma puede indicar si el corazón late demasiado rápido o demasiado lento.
  • Ecocardiograma. Esta prueba por imágenes utiliza ondas sonoras para crear imágenes en movimiento del corazón. Muestra el tamaño y la estructura del corazón y cómo la sangre fluye por este.
  • Monitoreo con Holter. Un monitor Holter es un pequeño dispositivo portátil que registra el ritmo cardíaco. Generalmente, se usa durante 1 o 2 días. Un monitor Holter puede detectar ritmos cardíacos irregulares que un electrocardiograma pasó por alto. Los cables de los sensores que se adhieren al pecho se conectan a un dispositivo de grabación que funciona con batería. Puedes llevar el dispositivo en un bolsillo o colgado de un cinturón o una bandolera.

    Mientras tengas el monitor, es posible que te pidan que anotes tus actividades y síntomas. Tu equipo de atención médica puede comparar sus notas con las grabaciones del dispositivo e intentar descubrir la causa de tus síntomas.

  • Monitor de eventos. Este dispositivo de electrocardiograma portátil está pensado para que lo uses durante un máximo de 30 días o hasta que presentes una arritmia o síntomas. Generalmente, debes pulsar un botón cuando se presentan los síntomas.
  • Estudio de electrofisiología o estudio EP. Esta prueba puede realizarse para confirmar un diagnóstico de latidos rápidos del corazón. También puede identificar el área del corazón que está causando un latido irregular. El médico guía una sonda flexible llamada catéter a través de un vaso sanguíneo hasta el corazón. Se suele utilizar más de un catéter. Unos sensores situados en la punta de cada catéter registran las señales del corazón.

Lo que puedes esperar

Antes del procedimiento

Si te van a implantar un desfibrilador cardioversor implantable, es probable que te pidan que no comas ni bebas durante unas horas antes del procedimiento.

Informa a tu equipo de atención médica sobre todos los medicamentos que estás tomando. Pregunta si puedes seguir tomándolos antes del procedimiento para implantar un desfibrilador cardioversor implantable.

Planifica que alguien te lleve a casa después del procedimiento para implantar el desfibrilador cardioversor implantable. También necesitas a alguien que te ayude mientras te recuperas.

Durante el procedimiento

un miembro del equipo de atención médica te introduce una vía intravenosa en el antebrazo o la mano. Es posible que te den un medicamento llamado sedante para ayudarte a relajar. Se colocan varios parches adhesivos llamados electrodos en el pecho y, a veces, en las piernas. Los electrodos se conectan a una máquina que verifica continuamente los latidos del corazón durante el procedimiento.

A veces, estás despierto cuando te implantan un desfibrilador cardioversor implantable, o es posible que te administren una combinación de medicamentos para inducirte sueño. Esto se conoce como anestesia general. Tu equipo de atención médica te explicará el tipo de sedación que necesitarás.

Para colocar el desfibrilador cardioversor implantable, el médico hace un pequeño corte en la piel del área del pecho. Se introducen uno o varios cables flexibles, llamados derivaciones, en un vaso sanguíneo cerca de la clavícula. El médico guía los cables hasta el corazón. Un extremo de cada cable se une al corazón. Los otros extremos se conectan a un dispositivo llamado generador de descargas. El dispositivo se coloca bajo la piel, debajo de la clavícula.

El procedimiento para implantar un desfibrilador cardioversor implantable en el pecho suele durar unas cuantas horas.

Una vez colocado el desfibrilador cardioversor implantable, el médico lo prueba y lo programa para tus necesidades específicas de ritmo cardíaco. Para probar el desfibrilador cardioversor implantable, puede ser necesario acelerar el corazón y luego volver a aplicar una descarga para que recupere un ritmo regular.

Según cuál sea el problema con tu ritmo cardíaco, podría programarse un desfibrilador cardioversor implantable para lo siguiente:

  • Estimulación de baja energía. Es posible que no sientas nada o que sientas un aleteo indoloro en el pecho cuando tu desfibrilador cardioversor implantable responda a cambios leves en tus latidos.
  • Una descarga de mayor energía. Para problemas más graves del ritmo cardíaco, el desfibrilador cardioversor implantable puede emitir una descarga de mayor energía. Esta descarga puede ser dolorosa, y es posible que tengas una sensación similar a recibir una patada en el pecho. El dolor suele durar solo un segundo. No debería haber molestias después de que termine la descarga.

Por lo general, solo se necesita una descarga para restablecer un ritmo cardíaco regular. Algunas personas pueden sufrir dos o más descargas en un periodo de 24 horas.

Recibir tres o más descargas en un periodo breve se conoce como tormenta eléctrica o arrítmica. Si hay una tormenta eléctrica, llama al 911 o solicita ayuda médica de emergencia. El equipo de atención médica comprobará si tu desfibrilador cardioversor implantable funciona correctamente o si tienes latidos irregulares.

Si es necesario, el desfibrilador cardioversor implantable puede reprogramarse para reducir el número de descargas que recibes o la frecuencia con que se emiten. También se pueden necesitar medicamentos para controlar los latidos y reducir el riesgo de una tormenta eléctrica del desfibrilador cardioversor implantable.

Después del procedimiento

Por lo general, te irás a casa al día siguiente del procedimiento para implantar el desfibrilador cardioversor implantable.

El área donde se coloca el desfibrilador cardioversor implantable puede estar hinchada y sensible durante unos días o semanas. Tu médico puede recetarte analgésicos. No tomes aspirina ni ibuprofeno. Pueden aumentar el riesgo de sangrado.

Durante unas 8 semanas después de que te implanten un desfibrilador cardioversor implantable no hagas movimientos bruscos en los que levantes el brazo izquierdo por encima del hombro. No querrás que los cables del dispositivo se muevan hasta que el área cicatrice. Según el tipo de desfibrilador cardioversor implantable implantado, es posible que no debas conducir tanto. Tu equipo de atención médica te dará instrucciones sobre cuándo es seguro volver a conducir y a realizar otras actividades diarias.

Durante unas 4 semanas después de que te implanten un desfibrilador cardioversor implantable, es posible que tu equipo de atención médica te recomiende no realizar las siguientes actividades:

  • Deportes exigentes o actividades en las que podrías levantar el brazo izquierdo por encima del hombro. Por ejemplo, golf, tenis, natación, bolos o pasar la aspiradora.
  • Levantar objetos pesados.
  • Otros tipos de ejercicio intenso.

Es posible que tu médico te diga que no practiques deportes de contacto después de haber recibido un desfibrilador cardioversor implantable. Un golpe en el área del pecho puede dañar el desfibrilador cardioversor implantable o hacer que se muevan los cables.

Señales eléctricas de otros dispositivos

Es poco frecuente tener problemas con un desfibrilador cardioversor implantable debido a señales eléctricas procedentes de otros dispositivos o artículos. Aun así, debes tomar precauciones con lo siguiente:

  • Teléfonos celulares y otros dispositivos móviles. Es seguro hablar con un teléfono celular si se tienes un desfibrilador cardioversor implantable. Sin embargo, no debes poner el teléfono celular encendido a 6 pulgadas (unos 15 centímetros) del lugar donde está el desfibrilador cardioversor implantable. Aunque es improbable, un desfibrilador cardioversor implantable podría confundir la señal de un teléfono celular con un latido y bajar el ritmo cardíaco. Esto puede causar síntomas como fatiga repentina.
  • Sistemas de seguridad. Después de que te implanten un desfibrilador cardioversor implantable, recibirás una tarjeta que indica que lo tienes. Enseña tu tarjeta al personal de seguridad de los aeropuertos porque el desfibrilador cardioversor implantable puede activar alarmas de seguridad.
  • Detectores de metales. Los detectores de metales portátiles, como los que se utilizan en los controles de seguridad de los aeropuertos, suelen tener un imán que puede interferir con un desfibrilador cardioversor implantable. No se debe pasar un detector sobre un desfibrilador cardioversor implantable durante más de 30 segundos. En el aeropuerto, puedes solicitar una inspección manual en su lugar.
  • Equipo médico. Indica a todos los miembros de tu equipo de atención médica que tienes un desfibrilador cardioversor implantable. Los estudios por imágenes que utilizan resonancia magnética pueden no ser recomendables si tienes un desfibrilador cardioversor implantable. También puede ser necesario evitar los tratamientos que utilizan energía térmica (ablación por radiofrecuencia). Tu equipo de atención médica puede informarte si necesitas una prueba alternativa.
  • Generadores de energía. Mantente a una distancia mínima de 2 pies (0,6 metros) de equipos de soldadura, transformadores de alta tensión o sistemas con motor y generador. Si trabajas cerca de equipos de este tipo, tu equipo de atención médica puede organizar una prueba en tu lugar de trabajo para comprobar si los equipos afectan tu desfibrilador cardioversor implantable.
  • Auriculares y cargadores inalámbricos. Los auriculares pueden contener una sustancia magnética que puede interferir con un desfibrilador cardioversor implantable. Mantén los auriculares y cargadores inalámbricos a una distancia mínima de 6 pulgadas (15 centímetros) de un desfibrilador cardioversor implantable.
  • Imanes. Los imanes pueden afectar un desfibrilador cardioversor implantable, por lo tanto, es buena idea mantenerlos a una distancia mínima de 6 pulgadas (15 centímetros).

Los dispositivos que no suponen ningún riesgo, o suponen un riesgo mínimo, para un desfibrilador cardioversor implantable incluyen hornos microondas, televisores y controles remotos, radios AM y FM, tostadoras, mantas eléctricas, afeitadoras y taladros eléctricos, computadoras, escáneres, impresoras y dispositivos GPS.

Restricciones para conducir

Si tienes un desfibrilador cardioversor implantable para tratar una arritmia ventricular, que es un ritmo cardíaco irregular que pone en riesgo la vida, conducir un vehículo puede suponer un riesgo tanto para ti como para los demás. La combinación de este problema cardíaco y las descargas de un desfibrilador cardioversor implantable puede ocasionar desmayos, lo que sería peligroso mientras conduces.

Muchos países imponen restricciones de conducción a las personas con desfibriladores cardioversores implantables. Si tienes un desfibrilador cardioversor implantable debido a un paro cardíaco o arritmia ventricular, tu médico puede indicarte que esperes varios meses para volver a conducir o manejar un vehículo. Si recibes una descarga del desfibrilador cardioversor implantable, comunícaselo a tu equipo de atención médica, incluso aunque no te desmayes. Por lo general, te dirán que no conduzcas hasta que lleves varios meses sin recibir una descarga.

Si tienes un desfibrilador cardioversor implantable sin antecedentes de latidos cardíacos irregulares que ponen en riesgo la vida ni recibiste descargas, podrías volver a conducir aproximadamente una semana después de que te implanten un desfibrilador cardioversor implantable. Habla con tu equipo de atención médica sobre las restricciones que debes respetar.

Por lo general, no puedes obtener una licencia de conducir comercial si tienes un desfibrilador cardioversor implantable.

Resultados

Después de que se te implanta un desfibrilador cardioversor implantable, necesitas visitas médicas periódicas para revisar tu corazón y el dispositivo.

La batería de litio de un desfibrilador cardioversor implantable puede durar entre 5 y 7 años. La batería suele revisarse durante las citas médicas periódicas, que deberían tener lugar aproximadamente cada seis meses. Pregunta a tu equipo de atención médica con qué frecuencia necesitas un examen médico. Cuando la batería está casi agotada, el generador se sustituye por uno nuevo durante un procedimiento ambulatorio menor.

Informa a tu médico si el desfibrilador cardioversor implantable emite una descarga. Las descargas pueden ser inquietantes. Sin embargo, son una señal de que el desfibrilador cardioversor implantable está actuando frente a un problema de ritmo cardíaco y protegiéndote contra la muerte súbita.

Los desfibriladores cardioversores implantables y asuntos relacionados con el final de la vida

Si tienes un desfibrilador cardioversor implantable y te conviertes en un enfermo terminal, tu desfibrilador cardioversor implantable emitirá descargas si no está apagado. Un profesional de atención médica puede realizar un procedimiento sencillo para apagar el desfibrilador cardioversor implantable, si lo deseas. Apagar el dispositivo puede evitar descargas no deseadas y sufrimiento innecesario. Apagarlo no hará que el corazón se detenga.

Habla con tu equipo de atención médica sobre tus deseos. Habla también con tus familiares o con la persona que hayas elegido para tomar decisiones médicas por ti en una situación de atención a pacientes terminales.

Last Updated: December 28th, 2023