Administración de medicamentos en niños
No todos los medicamentos son seguros para los niños. Infórmate más sobre aquellos que deben evitarse.
Algunos niños necesitan tomar medicamentos cuando son pequeños, ya sea para tratar un resfriado o una afección en curso. Muchos medicamentos tienen efectos secundarios que los padres, las madres y los profesionales de atención médica deben tener en cuenta antes de dárselos a un niño. Los niños pequeños tienen más riesgo de presentar los efectos secundarios de algunos medicamentos debido a su masa corporal más baja. En comparación con los adultos, sus cuerpos pueden no tener la eficiencia para descomponer y procesar medicamentos.
Antes de darle un medicamento al niño, lee la etiqueta o mira el sitio web del medicamento para asegurarte de que es seguro para niños. Si sigues teniendo dudas, pregunta al profesional de atención médica.
La lista KIDs
La lista de Fármacos Clave Potencialmente Inadecuados en Pediatría (Key Potentially Inappropriate Drugs in Pediatrics), también conocida como Lista KIDs, es una lista de medicamentos que puede ser dañina para los niños. Muestra qué medicamentos tienen más riesgo para reacciones dañinas en los niños. Esta lista presenta los nombres de los medicamentos, sus riesgos y su administración recomendada. La lista KIDs es un gran recurso para entender los efectos dañinos de algunos medicamentos para los niños. Sin embargo, si dudas de que debas darle a tu hijo un medicamento, comunícate con el profesional de atención médica.
Algunos medicamentos comunes que pueden hacer daño a un niño son los antidiarreicos, la aspirina, los del resfriado, los opioides, y las cremas o los geles para la dentición.
Antidiarreicos
Los antidiarreicos son medicamentos que se usan para tratar la diarrea. Generalmente se venden sin receta médica. Sin embargo, los antibióticos de venta bajo receta médica u otros medicamentos se pueden administrar a personas con diarrea prolongada.
Hay que evitar administrar antidiarreicos a los niños porque pueden empeorar la diarrea. Si la diarrea de tu hijo dura más de 24 horas, comunícate con el profesional de atención médica.
Aspirina
La aspirina es un medicamento que reduce el dolor, la fiebre y la inflamación. Esta generalmente se evita en niños y adolescentes para tratar el dolor. Dar aspirina a los niños que tienen una infección viral se vincula con el síndrome de Reye, una afección poco frecuente que afecta todos los órganos del cuerpo, especialmente el hígado y el cerebro. Sin embargo, se puede usar aspirina para tratar algunas afecciones en niños, como la enfermedad de Kawasaki. El profesional de atención médica puede informarte qué aspirina es segura para darle a tu hijo.
El acetaminofén y los antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno y el naproxeno sódico, reemplazaron en gran parte la aspirina entre los menores de 18 años. Estos medicamentos conllevan sus propios riesgos como la gastritis, por lo cual habla con el profesional de atención médica acerca de la mejor elección para tu hijo.
Medicamento para el resfriado
Los medicamentos para el resfriado que se pueden comprar sin receta permiten tratar la tos y otros síntomas. Estos medicamentos contienen ingredientes que pueden ser perjudiciales para los niños. En niños menores de 2 años, los medicamentos para el resfriado pueden causar complicaciones graves como problemas para respirar y sobredosis letales. En general, no se recomiendan medicamentos para el resfriado para niños menores de 12 años.
Se les pueden dar analgésicos como acetaminofén (Tylenol, Tylenol para niños) e ibuprofeno (Advil, Motrin para niños) para ayudar con la fiebre, los dolores y la irritación de la garganta. Lee siempre la etiqueta antes de darle cualquier medicamento a tu hijo. Si sigues teniendo dudas de que el medicamento sea seguro, comunícate con el profesional de atención médica de tu hijo.
Si la fiebre de tu hijo aumenta a más de 100,4 grados Fahrenheit (38 grados Celsius) o tiene morados los labios, dificultad para respirar, fuerte dolor de cabeza o de oídos, consulta a un profesional de atención médica.
Opioides
Los opioides son medicamentos para aliviar el dolor. Pueden provenir de la planta adormidera o ser producidos en el laboratorio. Los opioides se desplazan a través de la sangre y se fijan a receptores en el cerebro. Así bloquean los mensajes de dolor y pueden impulsar la sensación de placer. Sin embargo, el consumo frecuente de opioides puede llevar a la dependencia y adicción.
No hay pautas para el consumo de opioides en niños. Estos medicamentos se pueden usar para el dolor de moderado a grave, como después de una cirugía, durante un periodo de tiempo corto o para el dolor por el cáncer. Habla con el profesional de atención médica de tu hijo sobre las alternativas que no sean opioides. Algunos opioides, incluido el fentanilo y la morfina, se administran a personas de todas las edades. Los opioides como oxicodona e hidromorfona se pueden administrar a niños de más de 6 meses. Los opioides como la codeína y el tramadol nunca se deben administrar a niños.
Los riesgos de dar algunos opioides a niños pueden incluir problemas para respirar, sedación, estreñimiento, náuseas, vómitos, picazón y muerte. El consumo prolongado de opioides en la infancia aumenta el riesgo para abuso en la juventud, incluido el consumo del opioide heroína.
Cremas y geles para la dentición
Frecuentemente se dan cremas y geles a los bebés para aliviar el malestar que aparece con la dentición. Algunos medicamentos tópicos comercializados para la dentición contienen benzocaína o lidocaína. Estas sustancias anestésicas no deben usarse en niños porque pueden ser peligrosas.
Cuando se administra en niños, la benzocaína puede causar una afección poco frecuente llamada metahemoglobinemia, que afecta la forma en que el oxígeno se transporta por el cuerpo. Los síntomas de metahemoglobinemia incluyen vómitos, dolor de cabeza, falta de aire, cambios en el color de la piel, niveles bajos de oxígeno, frecuencia cardíaca alta y cansancio. La administración de lidocaína en niños puede causar problemas cardíacos, lesiones cerebrales graves, convulsiones y muerte.
Seguridad con los medicamentos para padres y madres
La seguridad de los medicamentos incluye saber cómo administrarlos, guardarlos y eliminarlos adecuadamente.
- Administración de medicamentos. Lee siempre la etiqueta del medicamento antes de dárselo a tu hijo. Si el medicamento es recetado, sigue las instrucciones de tu profesional de atención médica. Solo administra la dosis indicada en la etiqueta. Si el medicamento vino con un dispositivo de dosificación como una jeringa o un vaso, solo usa el dispositivo para asegurar una dosificación adecuada.
- Almacenamiento de medicamentos. Mantén los medicamentos fuera del alcance de los niños. Guárdalos en una caja de seguridad o caja fuerte si los medicamentos son peligrosos, incluidos los opioides. Piensa dónde pueden los niños encontrar medicamentos, como en bolsos y mesas de noche y retíralos de allí. Guarda los medicamentos en sus envases originales. Ten en cuenta los productos que es posible que no consideres que son medicamentos, como vitaminas, cremas y gotas oftálmicas. Guárdalos con seguridad porque estos también pueden dañar a los niños.
- Eliminación de medicamentos. Asegúrate de desechar de forma segura los medicamentos no utilizados y vencidos. Muchas comunidades ofrecen programas para recuperación de medicamentos y las farmacias pueden tener buzones para los no utilizados. Encuentra la ubicación del buzón más cercano en el sitio web de la Administración para el Control de Drogas. Si no hay opciones, mezcla los medicamentos con la arena para gatos o el café molido y arroja la mezcla en la basura.
- Enseñar a los niños sobre la seguridad de los medicamentos. Dile a tu hijo que los medicamentos solo se los debe dar un adulto de confianza; nunca los debe tomar por su cuenta. Haz saber a tu hijo acerca de los riesgos de tomar medicamentos sin ayuda de un adulto.
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