Es posible que esperes que la piel de tu bebé esté intacta, pero es común que a esta edad aparezcan sarpullidos y otras afecciones de la piel. En la mayoría de los casos, los sarpullidos pueden tratarse si se presta especial atención al baño, las cremas hidratantes y el entorno del bebé.

No obstante, los sarpullidos pueden aparecer de todos modos, independientemente de lo que hagas. Aquí encontrarás algunos de los sarpullidos más comunes en los bebés y distintas formas de controlarlos.

Comencemos desde arriba: Costra láctea

La costra láctea aparece como una escama que puede ser roja en la piel blanca o una mancha más clara en pieles más oscuras. En algunos bebés, la costra láctea se ve como caspa, o bien puede ser una mancha con una costra que parece gruesa u oleosa.

Estas manchas son comunes desde el nacimiento hasta unos pocos meses después y, normalmente, desaparecen sin tratamientos especiales. Sin embargo, habla con el profesional de atención médica de tu bebé si notas lo siguiente:

• Las manchas no desaparecen.
• La escama se ve más inflamada.
• Aparecieron manchas nuevas en otras partes del cuerpo del bebé.

Es posible que necesites medicamentos para eliminar la afección de la piel.

Mientras tanto, lava el cabello del bebé con champú suave para bebés y afloja las escamas con un cepillo pequeño y de cerdas suaves. En el caso de las escamas difíciles, frota algunas gotas de aceite mineral en el cuero cabelludo del bebé, espera unos minutos y, luego, cepilla suavemente y lava el cabello con champú.

Protuberancias en la cara del bebé: Milia

Muchos bebés nacen con milia, unas protuberancias blancas diminutas que, a menudo, aparecen en la nariz, el mentón o las mejillas. Estas protuberancias se conocen como milia y normalmente desaparecen solas.

Lavar la cara del bebé una vez al día con un jabón suave puede ayudar a eliminar la milia. Sin embargo, no intentes apretar las protuberancias ni utilizar productos para la piel. Puede ser doloroso y causar la irritación de la piel.

Anticipo de la adolescencia: Acné del bebé

El acné del bebé se manifiesta como protuberancias rojas o blancas en la parte superior del cuerpo del bebé. Se pueden observar espinillas en la espalda o en el pecho, y comúnmente en las mejillas y la frente.

A menudo, estos granitos aparecen durante el primer mes después del nacimiento. Por lo general, el acné desaparece solo después de un par de meses. Normalmente, no deja cicatrices.

Para ayudar a que el acné desaparezca, lava la cara del bebé una vez al día con agua y un jabón suave. Al igual que con otros tipos de acné, nunca intentes apretar las espinillas. Si el acné no desaparece después de unos meses, menciónalo en la visita del niño sano de tu bebé.

Aumento de la temperatura: Miliaria

Cuando la temperatura del bebé aumenta mucho, por ejemplo, debido al clima o a la fiebre, es posible que notes un sarpullido en la parte superior de su cuerpo. Este sarpullido puede aparecer rápidamente y manifestarse como protuberancias claras o rojas y elevadas en la piel del bebé.

Cuando la temperatura del bebé baja, normalmente el sarpullido desaparece solo.

Por lo general, los bebés aún no son buenos para sudar, por lo que su temperatura puede elevarse más fácilmente que la de los adultos. Para evitar la miliaria en climas cálidos, viste a tu bebé con prendas frescas y livianas.

En climas fríos, viste a tu bebé con capas para que puedas quitarle prendas a medida que la temperatura aumenta.

Picazón en la piel: Eccema en bebés

Las manchas de piel seca, escamosa, con picazón, de color rojo o violáceo, según el color de la piel, pueden ser un eccema, que es un tipo común de sarpullido.

En los bebés, un tipo común de eccema afecta la cara, el cuero cabelludo, los brazos y las piernas.

Para tratar el eccema en bebés, evita que la piel se seque, así como todo lo que irrita su piel:

• Al bañarlo, utiliza un jabón suave y seca la piel con palmaditas.
• Luego del baño, y de forma regular, utiliza productos humectantes para pieles sensibles. Esto es particularmente importante durante el clima frío.
• Evita las sustancias químicas o las telas que pueden causar irritación. Algunos ejemplos son los jabones, los detergentes, ciertos tipos de telas, como la lana, o los materiales sintéticos.
• Mantén fresca la habitación del bebé y asegúrate de que el flujo de aire sea bueno.

Habla con el profesional de atención médica de tu bebé si el sarpullido empeora o no mejora. Los medicamentos pueden tratar el eccema, pero, a menudo, lo primero que se intenta es la humectación.

En la parte inferior: Dermatitis del pañal

La dermatitis del pañal aparece en el área cubierta por el pañal y donde el pañal se asienta sobre los muslos del bebé. El sarpullido es generalmente rojo o violáceo, según el color de piel, y puede causar dolor o picazón. En casos graves, la piel puede lucir erosionada como una llaga.

A menudo, la dermatitis del pañal aparece cuando la piel del bebé está en contacto con orina o heces por mucho tiempo. En los pliegues de la piel, donde la piel toca la piel, puede aparecer un sarpullido debido al contacto con las heces o la orina, o a una infección fúngica.

El sarpullido es más probable si el pañal no es del tamaño adecuado y si roza la piel del bebé. La dermatitis del pañal es más probable si utilizas toallitas o lociones que secan la piel. Los bebés que tienen heces blandas también corren más riesgos. Incluso, algunos bebés son más propensos a la dermatitis del pañal, independientemente de la frecuencia con la que los cambien.

Para tratar la dermatitis del pañal, airea la parte inferior del bebé. Cuando laves la zona, utiliza agua tibia y un paño suave. Seca la zona con palmaditas para evitar irritar aún más la piel.

Se pueden utilizar cremas o ungüentos para tratar la dermatitis del pañal después de cada cambio de pañal. Si utilizas uno de estos productos, aplica una capa gruesa en la zona.

Al cambiar el pañal, solo debes quitar la capa oleosa de la crema para evitar el roce e irritar más la piel.

Para prevenir irritaciones adicionales, evita los productos con ingredientes que podrían causar una reacción alérgica, como las fragancias. Asegúrate de comprar un producto hecho para bebés. Es menos probable que contenga ingredientes que podrían ocasionar problemas de salud, como salicilatos, fenol, benzocaína, alcanfor o ácido bórico.

Evita los polvos como almidón de maíz, talco, bicarbonato de sodio o ácido bórico, ya que pueden ocasionar problemas si se los inhala o si la piel del bebé los absorbe.

Habla con el profesional de atención médica de tu bebé si el sarpullido empeora o no mejora.

Para prevenir la dermatitis del pañal, cambia el pañal del bebé con frecuencia, deja que tu bebé ande sin pañal por períodos cortos y limpia el área del pañal con agua y un paño suave.

Cuidados de la piel del bebé de arriba abajo

Los sarpullidos comunes en los bebés forman parte de la adaptación del bebé al mundo. Sin embargo, la piel del bebé necesita algunos cuidados adicionales. Los bebés no sudan tan bien como los adultos. La piel del bebé es más delgada y más propensa a sufrir quemaduras por el sol. Por estos motivos, la piel del bebé es más propensa que la de los adultos a reaccionar a factores como el calor, los productos para la piel o las sustancias químicas de la ropa.

Una de las formas más importantes de ayudar a la piel del bebé es encontrar productos seguros. Los ingredientes de cualquier producto para la piel se absorberán a través de esta. Una buena idea es utilizar la menor cantidad de productos posibles y leer las etiquetas con los ingredientes.