Cuidado del cordón umbilical: lo que los padres deben hacer y lo que no deben hacer
Averigua cómo mantener la zona limpia y seca y cuándo debes llamar a un médico.
¿Te preguntas cómo cuidar el muñón del cordón umbilical unido al ombligo de tu bebé? Sigue estos consejos para ayudar a la cicatrización.
¿Por qué tu bebé tiene el muñón del cordón umbilical?
El cordón umbilical aporta nutrientes y oxígeno al bebé durante el embarazo. Después del nacimiento, el cordón umbilical ya no es necesario. Por lo tanto, un profesional de atención médica lo pinza y corta poco después de que nazca el bebé. Como resultado, queda un pequeño muñón.
Cómo cuidar el muñón
El muñón del cordón umbilical de un bebé necesita secarse antes de que se desprenda. En la mayoría de los casos, el muñón se desprende de 1 a 3 semanas después del nacimiento. Mientras tanto, trata el área con suavidad:
- Mantén el muñón seco. Deja el muñón expuesto al aire para ayudar a secar la base. Mantén la parte delantera del pañal de tu bebé plegada para que no cubra el muñón. O corta una parte pequeña del pañal con tijeras y usa cinta adhesiva para sellar el borde. La mitad de la cinta adhesiva se coloca en el interior del pañal, y la otra mitad se pega en la parte externa del pañal.
- No limpies el muñón con alcohol. No uses alcohol en el muñón a no ser que el profesional de atención médica te lo indique.
- Limpia cualquier líquido alrededor del muñón. Es posible que alrededor del muñón del cordón umbilical se filtren líquidos claros o con sangre. Si observas algún líquido, límpialo con un hisopo de algodón húmedo. Es posible que debas presionar suavemente la piel que rodea el muñón del cordón umbilical para poder limpiar todos los líquidos. También es posible que debas doblar ligeramente el muñón del cordón umbilical. A continuación, seca con un paño limpio con golpecitos suaves. Deja el muñón del cordón umbilical expuesto al aire.
- Limpia las heces que entren en contacto con el cordón. Esto puede ayudar a prevenir infecciones. Usa una toallita con agua y jabón para limpiar la parte sucia del cordón. Sécalo con un paño limpio y mantén el muñón expuesto al aire.
- Continúa con los baños de esponja. De este modo, es más fácil mantener el muñón seco que con un baño habitual. Durante un baño de esponja, limpia o frota las áreas que necesitan limpieza. Usa una esponja o paño húmedos y tibios. Si quieres, puedes agregar un poco de gel de baño. Después, enjuaga las áreas que limpiaste con una esponja o paño húmedos. Seca con una toalla o un paño secos. Si mojas el muñón del cordón umbilical, no hay ningún problema. No presenta ningún riesgo mojar el muñón.
- Deja que el muñón se desprenda solo. No arranques el muñón.
Cuándo llamar al profesional de atención médica de tu bebé
Es frecuente que el muñón del cordón umbilical cambie de color antes de desprenderse. También es normal ver un poco de sangre cerca del muñón. Por ejemplo, puede producirse una pequeña cantidad de sangrado si el muñón se engancha con algo. O podría producirse si el pañal roza con el muñón. Además, al igual que una costra, es posible que el muñón sangre un poco cuando se desprende.
No obstante, debes llamar inmediatamente al profesional de atención médica de tu bebé si ocurre lo siguiente:
- El sangrado del muñón empeora, o sigues observando unas gotas de sangre después de tres días.
- El área umbilical exuda un líquido espeso, en especial si es amarillo. Esto se conoce como pus.
- El área se enrojece o se mancha de rojo. Este síntoma de infección puede ser difícil de detectar en la piel oscura. Por lo tanto, palpa la piel. La piel infectada suele estar más caliente que la piel no infectada.
- El área está sensible, hinchada o tiene un olor fétido.
- Tu bebé tiene fiebre, está muy cansado o irritable, o se alimenta poco.
Estos podrían ser síntomas de una infección del cordón umbilical. Es necesario el tratamiento inmediato para detener la diseminación de la infección.
Habla también con el proveedor de atención médica de tu bebé si el muñón aún no se desprendió después de tres semanas. Tu bebé podría necesitar tratamiento para un problema médico, como una infección o una afección del sistema inmunitario.
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