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Recuperación después de una cesárea: qué esperar

Conoce cómo gestionar la recuperación después de una cesárea mientras cuidas de un bebé recién nacido.

Si planeas un parto por cesárea o si quieres prepararte en caso de que necesites este procedimiento, quizás tengas preguntas sobre la recuperación. ¿Cuánto dolor sentiré? ¿Qué posiciones para amamantar podrían funcionar mejor? Comprende cómo cuidar de ti y de tu bebé después de una cesárea.

Trata la cicatriz de la cesárea con cuidado

Después de una cesárea, es normal sentir dolor y cansancio. Para ayudar con la cicatrización:

  • Descansa lo suficiente. Es importante seguir moviéndose después de una cesárea, pero también necesitas descanso suficiente. Si tus familiares y amigos pueden ayudarte con las tareas diarias, permíteles que lo hagan. Descansa cuando tu bebé duerma. Durante las primeras semanas, no levantes nada que pese más de 5 a 7 kilogramos.
  • Busca aliviar el dolor. El proveedor de atención médica podría sugerir ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), acetaminofén (Tylenol, otros) u otros medicamentos analgésicos. La mayoría de los analgésicos son seguros para tomar durante la lactancia.

Busca signos de infección

Revisa la herida de la cesárea para verificar si hay signos de infección. Un miembro del equipo de atención médica probablemente te indicará cómo cuidar la herida antes de que recibas el alta hospitalaria. Comunícate con el profesional de atención médica si la herida está enrojecida, inflamada o con secreciones. Además, busca atención médica si tienes fiebre o si la zona alrededor de la herida cambia de color. Puede ser de color rojo, púrpura o marrón según el color de tu piel.

Prueba diferentes posiciones para amamantar

Puedes empezar a amamantar poco después de una cesárea. Puedes empezar en la sala de partos. Algunas de las posiciones para amamantar que mejor funcionan después de una cesárea son las siguientes:

  • Posición de fútbol americano. Coloca una almohada a lo largo de uno de tus lados y usa una silla con apoyabrazos bajos y amplios. Sostén al bebé a tu lado, con el codo flexionado. Sostén la cabeza del bebé con la mano abierta. Coloca al bebé en dirección a la mama. La espalda de tu bebé descansará sobre la almohada y tu antebrazo. Puedes sostenerte la mama con la otra mano en forma de C.
  • Recostándose de lado. Tú y el bebé se recuestan de costado. El bebé mira hacia la mama. Sostén al bebé con una mano. Con la otra mano, sujeta la mama y toca los labios del bebé con el pezón. Una vez que el bebé se prenda, usa un brazo o una almohada como apoyo para tu cabeza. Usa el otro brazo para ayudar a sostener al bebé.

Para obtener ayuda o información sobre amamantar, contacta a una persona especialista en lactancia materna, a la cual se la llama consultora para la lactancia. Pídele al profesional de atención médica que te sugiera a alguien.

Cómo controlar otros síntomas

Mientras te recuperas de una cesárea, también te estarás recuperando del embarazo. Puedes esperar lo siguiente:

  • Secreción vaginal. Después del parto, saldrá por la vagina una mezcla de sangre, moco y tejido proveniente del útero. Esto se conoce como secreción. La secreción cambia de color y disminuye de 4 a 6 semanas después del nacimiento del bebé. Al principio, es de color rojo brillante y, después, es roja más oscura. Luego, suele ser amarilla o blanca. Al final, la secreción disminuye y se vuelve acuosa hasta que se detiene.
  • Contracciones. Durante algunos días después de la cesárea, podrías sentir contracciones. Estas se conocen como entuertos. Estas contracciones suelen sentirse como cólicos menstruales. Evitan que sangres demasiado porque ejercen presión sobre los vasos sanguíneos del útero. Los entuertos son frecuentes durante la lactancia. El profesional de atención médica puede indicarte un medicamento de venta libre para aliviar el dolor. Puede ser acetaminofén (Tylenol, otros) o ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros).
  • Dolor en las mamas. Unos días después del parto, podrías sentir que las mamas están llenas, firmes e inflamadas. Esto se debe a que el tejido de las mamas está sobrecargado con leche, sangre y otros líquidos. Esta afección se conoce como congestión mamaria. Amamantar frecuentemente a tu bebé con ambas mamas puede ayudar a que no estén sobrecargadas.

    Si tienes congestión mamaria, puede ser difícil que el bebé se prenda para amamantarlo. Para ayudar a que el bebé se prenda, puedes extraer una pequeña cantidad de leche materna a mano o con un sacaleches antes de alimentarlo. Este proceso se llama extracción.

    Para aliviar la inflamación en las mamas, colócate toallitas tibias o toma una ducha tibia antes de amamantar al bebé o de extraer la leche. Esto puede ayudar a que la leche salga. Coloca paños fríos sobre las mamas entre los amamantamientos. Los medicamentos de venta libre para aliviar el dolor también pueden ayudar.

    Si no estás amamantando, usa un sostén con buena sujeción para las mamas, como un sostén deportivo. No uses el sacaleches ni extraigas la leche. Esto hará que las mamas produzcan más leche. Colocar bolsas de hielo sobre las mamas puede aliviar la molestia. Los analgésicos de venta libre también pueden ayudar.

  • Caída del pelo y cambios en la piel. Durante el embarazo, los niveles altos de hormonas hacen que el cabello crezca más rápido de lo que se cae. Esto ocasiona que tengas más cabello. Sin embargo, hasta cinco meses después del parto, se pierde más cabello del que crece. La caída del pelo se detiene con el tiempo.

    Las estrías no desaparecerán después del parto. Sin embargo, con el tiempo, se aclararán. Las partes de la piel que oscurecieron durante el embarazo, por ejemplo, manchas oscuras en la cara, también se aclararán lentamente.

  • Cambios en el estado de ánimo. Dar a luz puede desencadenar muchos sentimientos. Muchas personas presentan melancolía posparto, que es un período de tristeza o ansiedad después del parto. Los síntomas son, por ejemplo, cambios en el estado de ánimo, crisis de llanto, ansiedad y dificultad para dormir. Estos sentimientos suelen desaparecer en dos semanas. Mientras tanto, cuídate bien. Comparte tus sentimientos y pide ayuda a tu pareja, amigos o seres queridos.
  • Depresión posparto. Si poco después de dar a luz tienes cambios significativos en el estado de ánimo, no sientes ganas de comer, presentas mucho cansancio y sientes que no hay alegría en la vida, podrías tener depresión posparto. Comunícate con el profesional de atención médica si crees que podrías tener depresión. Asegúrate de buscar ayuda en los siguientes casos:
    • Los síntomas no desaparecen por sí solos.
    • Tienes dificultades para cuidar de tu bebé.
    • Te cuesta hacer las tareas diarias.
    • Piensas en lastimarte a ti o a tu bebé.

    Los medicamentos y la consejería suelen ayudar a aliviar la depresión posparto.

  • Pérdida de peso. Aunque ya haya ocurrido la cesárea, es frecuente que aún parezcas en embarazo. La mayoría de las personas pierde cerca de 13 libras (6 kilogramos) durante el parto. Esta pérdida implica el peso del bebé, la placenta y el líquido amniótico.

    En los días posteriores al parto, perderás peso adicional a causa de los líquidos sobrantes. Posteriormente, una alimentación saludable y la actividad física regular te ayudarán a volver al peso que tenías antes de quedar en embarazo.

Controles posparto

El American College of Obstetricians and Gynecologists (Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología) afirma que los cuidados médicos posparto deben ser un proceso continuo y no una sola visita después del parto. Comunícate con el profesional de atención médica por teléfono o de manera presencial, dentro de las 2 a 3 semanas después del parto, para hablar sobre los problemas que hayas tenido desde que diste a luz.

De 6 a 12 semanas después del parto, acude al profesional de atención médica para un examen completo posparto. Durante esta consulta, el profesional de atención médica hace un examen físico y revisa el vientre, la vagina, el cuello del útero y el útero para evaluar si la recuperación va bien.

Estos son algunos de los temas que puedes tratar en esta consulta:

  • Tu estado de ánimo y bienestar emocional.
  • La calidad del sueño.
  • Otros síntomas que puedas tener, como cansancio.
  • La anticoncepción y el espaciamiento de los nacimientos.
  • El cuidado y la alimentación del bebé.
  • Cuándo puedes tener nuevamente relaciones sexuales.
  • Qué puedes hacer si sientes dolor cuando tienes relaciones sexuales o si no quieres tenerlas.
  • Cómo te estás adaptando a la vida con un bebé recién nacido.

Este control es una oportunidad para que tú y el profesional de atención médica sepan que todo está bien. Además, es un momento para recibir respuestas a las preguntas que puedas tener sobre la vida después de dar a luz.

Last Updated: May 15th, 2024