Sexo después del embarazo: establece tus propios tiempos
¿Estás pensando en tener sexo después del embarazo? Sigue estos consejos para sanar y recobrar la pasión.
Los cambios en tu cuerpo y estilo de vida después de dar a luz podrían hacer que no tengas ganas de tener relaciones sexuales. Las molestias, la falta de sueño y cuidar a un bebé también podrían influir. Sin embargo, con el tiempo, la mayoría de las personas deciden que quieren volver a tener relaciones sexuales.
Ya sea que tengas ganas o prefieras esperar, esto es lo que debes saber sobre las relaciones sexuales después del embarazo.
Después de que nace el bebé, ¿qué tan pronto puedo tener relaciones sexuales?
No hay un tiempo de espera necesario antes de volver a tener relaciones sexuales después de dar a luz. Sin embargo, la recomendación típica es esperar a tener relaciones sexuales hasta que hayas ido a una cita médica con tu profesional de atención médica para revisar tu salud después de dar a luz. Esto aplica tanto para partos vaginales como para cesáreas.
El riesgo de desarrollar un problema de salud relacionado con dar a luz es mayor durante las primeras dos semanas después del parto. Sin embargo, esperar más de dos semanas para tener relaciones sexuales le da a tu cuerpo más tiempo para recuperarse. Antes de que tengas relaciones sexuales, asegúrate de que los desgarros vaginales hayan sanado y de usar anticonceptivos si no quieres buscar otro embarazo.
Los síntomas comunes después de dar a luz que dificultan tener relaciones sexuales o que hacen que estas no sean placenteras de inmediato incluyen los siguientes:
- Secreción de la vagina
- Desgarros vaginales
- Sequedad vaginal
- Dolor
- Poco deseo sexual
Si tuviste un desgarro vaginal cuya reparación requirió una cirugía, tu profesional de atención médica podría sugerir que te hagan un examen médico para revisar que el desgarro haya sanado antes de tener relaciones sexuales. O bien podría sugerir que esperes un poco más para tener relaciones sexuales.
¿Dolerá?
Los cambios hormonales en tu cuerpo podrían hacer que tu vagina se sienta seca e irritada. Esto sucede en especial si estás amamantando. Dichos cambios podrían hacer que las relaciones sexuales te generen malestar.
Podrías tener dolor durante las relaciones sexuales si se desarrolló tejido cicatricial después de dar a luz. Podrían ser dolorosas si aún se está cicatrizando un desgarro en la vagina o en otra zona entre la vagina y el ano. Las relaciones sexuales también podrían ser dolorosas si tuviste una episiotomía, que es un corte que se hace en el tejido entre la vagina y el ano durante el parto.
Para que las relaciones sexuales no sean molestas, intenta lo siguiente:
- Alivia el dolor. Toma medidas para aliviar el dolor antes de tener relaciones sexuales. Por ejemplo, toma un baño caliente, toma analgésicos y asegúrate de vaciar la vejiga. Si notas una sensación de ardor después de haber tenido relaciones sexuales, pon hielo envuelto en una toalla en la zona que te genera malestar.
- Usa lubricante. Esto puede ser útil si tienes sequedad vaginal. Es común que las personas que no necesitaban lubricantes antes lo necesiten por un tiempo después de que nazca el bebé.
- Prueba cosas nuevas. Habla con tu pareja acerca de hacer cosas que no impliquen relaciones sexuales vaginales, como un masaje, sexo oral o masturbación mutua. Hazle sabor a tu pareja lo que te hace sentir bien y lo que no.
- Tómate el tiempo que necesites. No intentes apurarte. Date tiempo para tener relaciones sexuales. Encuentra un momento en el que te sientas descansado y relajado.
Si las relaciones sexuales te siguen generando dolor, pide una cita con tu profesional de atención médica para hablar acerca de un tratamiento que pueda ayudarte.
¿Por qué se siente diferente?
El embarazo, el trabajo de parto y el parto pueden estirar o lastimar los músculos del suelo pélvico. Esos músculos sostienen el útero, la vejiga, el intestino delgado y el recto. El daño en esa zona puede afectar las sensaciones al tener relaciones sexuales. Tonificar los músculos del suelo pélvico con ejercicios de Kegel puede ayudar.
Para hacer los ejercicios de Kegel, imagina que estás sentado sobre una canica y contrae los músculos pélvicos como si quisieras levantarla. Inténtalo durante tres segundos cada vez. Luego, relájate y cuenta hasta tres. Intenta hacer el ejercicio de diez a 15 veces seguidas, al menos tres veces al día.
Muchas personas también se benefician de la fisioterapia del suelo pélvico después de que nace el bebé. Pregúntale a un miembro de tu equipo de atención médica si podría ser beneficioso para ti.
¿Qué sucede con los métodos anticonceptivos?
Si no quieres volver a buscar un embarazo, usa siempre anticonceptivos confiables.
Si pasaron menos de seis meses desde que diste a luz, solo das de amamantar a tu bebé y tu ciclo menstrual no volvió a iniciar, entonces la lactancia podría ofrecerte un poco de protección contra el embarazo. Sin embargo, las investigaciones sugieren que el efecto anticonceptivo de la lactancia no es igual para todas las personas. Por ende, no confíes en la lactancia como método anticonceptivo.
Para disminuir el riesgo de tener problemas de salud relacionados con el embarazo y otros problemas de salud, algunas investigaciones sugieren esperar al menos 18 meses entre el final de un embarazo y el comienzo de otro. Si quieres tener más hijos, habla con tu profesional de atención médica acerca del tiempo prudente entre embarazos. De ser posible, habla antes de que nazca tu bebé.
Las opciones de métodos anticonceptivos inmediatamente después de que nace un bebé incluyen las siguientes:
- Un implante anticonceptivo, como etonogestrel (Nexplanon)
- Un dispositivo intrauterino (DIU) de cobre u hormonal
- Anticonceptivos solo de progestina, como la inyección de medroxiprogesterona (Depo-Provera) o la minipíldora noretindrona (Camila, Emzahh, otras)
- Anticonceptivos permanentes, como la ligadura de trompas, en la que las trompas de Falopio se extirpan de forma parcial o total, o la vasectomía, en la que se cortan y sellan los conductos que transportan el esperma
Los métodos anticonceptivos que contienen estrógeno y progestina, como las píldoras anticonceptivas combinadas, aumentan el riesgo de tener coágulos sanguíneos poco después del parto. Para las personas que por lo demás están sanas, está bien comenzar a usar píldoras anticonceptivas combinadas y otros tipos de anticonceptivos hormonales combinados un mes después de dar a luz.
Se ha creído tradicionalmente que los métodos anticonceptivos que contienen estrógeno y progestina disminuían la producción de leche de las personas que amamantaban. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que esta clase de anticonceptivo no tiene un efecto significativo sobre la producción de leche cuando se inicia una vez establecida la producción.
Habla con tu profesional de atención médica acerca de tus opciones de anticonceptivos. Ten esta conversación antes de que nazca tu bebé, ya que algunos tipos de anticonceptivos pueden proporcionarse al momento del parto. Otros pueden proporcionarse antes de que te den el alta del hospital.
¿Y si el sexo no me interesa?
La intimidad es mucho más que solo relaciones sexuales, especialmente cuando te estás adaptando a la vida con un bebé recién nacido. Si no te sientes sensual o tienes miedo de sentir dolor al tener relaciones sexuales, habla con tu pareja. Hasta que no se sientan listos para tener relaciones sexuales, es posible que deban vincularse y demostrarse cariño de otras formas. Por ejemplo, pasen tiempo de calidad juntos sin el bebé, aunque solo sean unos minutos por la mañana o después de que el bebé se duerma.
Si tienes problemas después de dar a luz, observa si detectas síntomas de depresión posparto. Por ejemplo:
- Un estado de ánimo deprimido y duradero, que puede implicar sentirte triste o con desesperanza y llorar seguido
- Poco interés en la vida cotidiana, incluso en el cuidado de tu bebé
- Pensamientos acerca de lastimarte o de lastimar a otras personas
- Preocuparte mucho o sentirte mucho más ansioso o irritable de lo habitual
- Problemas con el sueño
- Cambios en el apetito
- Sentimientos de culpa, vergüenza o fracaso
- Problemas para concentrarte
- Sentirte muy cansado a menudo
Si crees que podrías tener depresión posparto, habla con tu profesional de atención médica. Recibir un tratamiento contra la depresión posparto de inmediato puede facilitar la recuperación.
Recuerda que cuidar bien de ti puede ayudar mucho a mantener viva la pasión.
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