Disfunción eréctil: tratamientos no orales

Uno de los tratamientos principales para la disfunción eréctil son los medicamentos orales con receta médica, es decir que se toman por boca.

Sin embargo, los medicamentos orales no son seguros ni eficaces para todas las personas con disfunción eréctil. Si ese es tu caso, el médico u otro profesional de atención médica podrían recomendar tratamientos no orales, es decir, que no implican la toma de medicamentos orales para la disfunción eréctil.

Infórmate sobre por qué podrías elegir un tratamiento no oral para la disfunción eréctil y cómo funciona cada tipo.

Casos en los que los medicamentos orales podrían ser peligrosos

No todas las personas pueden tomar medicamentos orales para la disfunción eréctil de manera segura. Estos incluyen avanafil (Stendra), sildenafil (Viagra), tadalafil (Cialis) y vardenafil.

Es posible que los medicamentos orales para la disfunción eréctil no funcionen o sean peligrosos si ya estás tomando:

• Medicamentos con nitratos que suelen recetarse para la angina, que es dolor en el pecho.
• Bloqueadores alfa que suelen recetarse para el agrandamiento de próstata.
• Medicamentos que afectan una enzima llamada CYP3A4.

También es posible que los medicamentos orales para la disfunción eréctil no funcionen o sean peligrosos si tienes:

• Antecedentes recientes de problemas cardíacos o de los vasos sanguíneos, incluyendo ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o un trastorno grave del ritmo cardíaco en los últimos seis meses.
• Hipotensión, que es la presión arterial muy baja.
• Hipertensión, que es la presión arterial alta no controlada.
• Enfermedad hepática grave.
• Una enfermedad ocular hereditaria que afecta la retina.
• Enfermedad renal que debe tratarse con diálisis.

Además, algunas personas con disfunción eréctil podrían elegir otro tratamiento para no tener los efectos secundarios causados por ciertos medicamentos orales.

Otros tipos de medicamentos

Los medicamentos no orales para la disfunción eréctil son los que no se toman por vía oral. Algunos de estos son los siguientes:

• Autoinyecciones. Son inyecciones de medicamentos que uno mismo se administra para conseguir una erección. Se utiliza una aguja fina para inyectar un medicamento de venta con receta médica en la base o en un lado del pene. Esto suele causar poco dolor. Algunos de los medicamentos utilizados para las autoinyecciones son el alprostadil (Caverject, Edex) y la fentolamina (OraVerse).

  El objetivo de este tratamiento es producir una erección que dure de 20 a 30 minutos. Si la erección dura más de una hora, habrá que cambiar el medicamento o la dosis. Esto reduce el riesgo de problemas de salud a largo plazo.

  Las autoinyecciones pueden causar efectos secundarios. Es posible que tengas sangrado por la inyección, o puedes desarrollar una erección dolorosa que dure más de cuatro horas, llamada priapismo. También podría formarse tejido fibroso dentro del pene o en el sitio de la inyección.

• Supositorio uretral de alprostadil (Muse). Se trata de un miniesfera de medicamento, o supositorio, que se introduce en el pene. Se utiliza un dispositivo especial para insertar el supositorio en la uretra, el conducto por el que sale la orina del cuerpo.

  La erección generalmente comienza dentro de los 10 minutos y dura entre 30 y 60 minutos. Los efectos secundarios pueden incluir dolor, sensación de quemazón y sangrado leve en la uretra.

• Reemplazo de testosterona. Algunas personas tienen disfunción eréctil debido a niveles bajos de la hormona testosterona. En este caso, podrías beneficiarte de la terapia para reemplazo de la testosterona. La mayoría de las veces, este tratamiento se receta junto con medicamentos para la disfunción eréctil que se toman por vía oral.

  La terapia para reemplazo de la testosterona se presenta en muchas formas, como inyecciones, parches y pastillas. Habla con el equipo de atención médica sobre tus preferencias y los posibles efectos secundarios.

Bomba peniana, cirugía e implantes

Si los medicamentos no funcionan o no son adecuados en tu caso, podría ser útil otro tipo de tratamiento. Otros tratamientos incluyen los siguientes:

• Bomba peniana. Esta también se conoce como dispositivo de vacío para problemas de erección. Es una sonda hueca con una bomba manual o a pilas. La sonda se coloca sobre el pene, y luego la bomba se utiliza para extraer el aire que está dentro de la sonda. Esto genera un vacío que hace que la sangre llegue al pene.

  Una vez que tienes una erección, colocas un anillo o banda elástica alrededor de la base del pene. Esto ayuda a retener la sangre y mantiene el pene firme hasta 30 minutos. Luego retiras el dispositivo de vacío.

  La erección suele durar lo suficiente como para que una pareja tenga relaciones sexuales. Después de las relaciones sexuales, retiras el anillo de tensión. Los hematomas en el pene pueden ser un efecto secundario. La eyaculación se verá limitada por el anillo o la banda. El pene podría sentirse frío al tacto.

  Si la bomba peniana te parece una buena opción, pide al equipo de atención médica que te recomiende un modelo específico que sea adecuado para ti.

• Implantes penianos. Este tratamiento consiste en una cirugía para colocar dispositivos a ambos lados del pene. Hay dos tipos principales de implantes. Un tipo utiliza varillas que se pueden inflar. Esto te permite controlar el momento y la duración de una erección. Otro tipo de implante utiliza varillas semirrígidas, que suelen ser de silicona y mantienen el pene firme pero flexible.

  En general, los implantes penianos no se recomiendan hasta que se hayan probado primero otros métodos. Los implantes satisfacen mucho a quienes han intentado con otros tratamientos que no han funcionado. Al igual que cualquier cirugía, conlleva un riesgo de complicaciones, como infecciones. Y si una parte del dispositivo deja de funcionar, es probable que necesites otra cirugía para sustituirla.

• Cirugía de vasos sanguíneos. En raras ocasiones, la disfunción eréctil se trata mediante la derivación de las arterias que tienen problemas para llevar suficiente sangre al pene. Esta cirugía solo se recomienda a un pequeño porcentaje de personas con disfunción eréctil. En general, la persona debe tener menos de 55 años, no ser fumador y gozar de buena salud.

Apoyo psicológico

A veces, la disfunción eréctil se debe al estrés, la ansiedad o la depresión. Esta disfunción eréctil también genera estrés y tensión en las relaciones interpersonales. Si te sientes afectado por esto, quizás ver a un psicólogo o consejero puede ser un buen próximo paso. También podrías considerar pedirle a tu pareja que participe contigo en las sesiones con un consejero en terapia sexual certificado.

No ignores la causa de fondo

Es muy importante obtener tratamiento para cualquier problema médico que causa disfunción eréctil. Esto puede ayudar a prevenir problemas de salud relacionados y mejorar las erecciones. Las afecciones que pueden causar disfunción eréctil o empeorarla incluyen:

• Enfermedades cardíacas.
• Diabetes.
• Enfermedad renal crónica.
• Obesidad.
• Depresión, estrés continuo y otras afecciones de salud mental.
• Trastornos por consumo de alcohol o drogas.
• Consumo de tabaco.

Algunos medicamentos recetados también pueden causar o tener un rol en la disfunción eréctil. Estos incluyen ciertos medicamentos para la depresión y la presión arterial alta. No dejes de tomar ni modifiques la dosis de ningún medicamento recetado a menos que tu proveedor de atención médica te lo indique.

Si tienes disfunción eréctil, no estás solo, y tienes muchas opciones de tratamiento. Trabaja con tu equipo de atención médica para determinar qué tratamiento para la disfunción eréctil podría ser mejor para ti.