Problemas de salud que afectan a los hombres gay y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres
Infórmate sobre los problemas de salud que afectan a los hombres gay y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y sobre cómo contribuir a una buena salud.
Todos los hombres se enfrentan a ciertos riesgos para la salud. Sin embargo, hay algunos problemas de salud específicos que deben conocer los hombres gay y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
Los riesgos de salud individuales están determinados por muchos factores más allá de la orientación y los comportamientos sexuales, incluidos los antecedentes familiares y la edad. Pero es importante para los hombres que tiene relaciones sexuales con otros hombres entender los siguientes problemas de salud que pueden afectarlos y tomar medidas para mantenerse sanos.
Protégete contra las infecciones de trasmisión sexual
Los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres corren un mayor riesgo de infectarse con el VIH, el virus que causa el SIDA, así como de contraer otras infecciones de trasmisión sexual. Para protegerte de las infecciones de trasmisión sexual, toma las siguientes medidas:
- Usa un preservativo. Usa un preservativo nuevo cada vez que tengas relaciones sexuales, en especial durante el sexo anal, pero lo ideal sería que también lo utilices durante el sexo oral. Usa solamente lubricantes a base de agua, no a base de vaselina, crema ni aceites para el cuerpo. Los lubricantes a base de aceite pueden debilitar los preservativos de látex y hacer que se rompan.
- Ten una sola pareja sexual. Otra manera confiable de evitar las infecciones de trasmisión sexual es permanecer en una relación a largo plazo con una sola pareja que no esté infectada.
- Limita el alcohol y no consumas drogas ilícitas. Si estás bajo los efectos del alcohol o de las drogas ilícitas, es más probable que corras riesgos sexuales. Si decides inyectarte drogas ilícitas, no compartas las agujas.
- Recibe las vacunas. Las vacunas pueden protegerte contra la hepatitis A y la hepatitis B. Estas son infecciones hepáticas graves que pueden contagiarse por las relaciones sexuales. La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) está disponible para hombres de hasta 26 años de edad. En los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, el VPH se asocia con el cáncer anal. Vacunarse contra la viruela del mono también se puede recomendar para algunos hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Sin embargo, no todas las infecciones de trasmisión sexual se pueden prevenir mediante vacunas. Por ejemplo, no hay vacuna contra la hepatitis C, afección que puede derivar en insuficiencia hepática y cáncer de hígado.
- Solicita que te hagan pruebas de detección y píde a tu pareja que también lo haga. No tengas relaciones sexuales sin preservativo, a menos que tengas la certeza de que tu pareja no está infectada por el VIH ni otra infección de trasmisión sexual. Las pruebas son importantes porque muchas personas no saben que están infectadas. Otras podrían no decir la verdad sobre su estado de salud.
Considera la posibilidad de usar profilaxis previa a la exposición. Al tomar medicamentos como profilaxis previa a la exposición, las personas que no tienen VIH pueden evitar la infección por este virus. La profilaxis previa a la exposición cuenta con varios medicamentos que pueden reducir el riesgo de infección por VIH en las personas que tienen un riesgo alto.
La profilaxis previa a la exposición puede administrarse en forma de pastilla o de inyección. Habla con el proveedor de atención médica sobre el tipo adecuado para ti de profilaxis previa a la exposición.
Antes de poder usar la profilaxis previa a la exposición, debes hacerte análisis para asegurarte de que no tienes el VIH. El proveedor de atención médica también debería hacerte análisis para detectar si tienes hepatitis B. Si la tienes, debes hacerte pruebas de la función renal antes de poder recibir la profilaxis previa a la exposición.
Para que la profilaxis previa a la exposición sea más eficaz, sigue todas las instrucciones que te dé el proveedor de atención médica. Aun si recibes la profilaxis previa a la exposición, debes usar otras estrategias de prevención contra el VIH, como usar un preservativo cada vez que tengas relaciones sexuales.
Aborda los problemas de salud mental
Los hombres gay y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres pueden tener mayor riesgo para depresión, trastorno bipolar y ansiedad. Si te preocupa tu salud mental, consulta con tu proveedor de atención médica o con un proveedor de atención para la salud mental. Si no te decides a buscar tratamiento, considera hablar con un amigo de confianza o un ser querido. Compartir tus sentimientos podría ser el primer paso para recibir ayuda.
Los hombres gay también son más propensos a tener problemas de imagen corporal y trastornos alimenticios, como bulimia y anorexia, que los otros hombres. Si tienes problemas con la imagen corporal o trastornos alimenticios, busca ayuda. Habla con tu proveedor de atención médica o con un proveedor de atención para la salud mental. Puedes recibir tratamiento.
Obtén ayuda en caso de abuso de sustancias adictivas
Los hombres gay tienen más probabilidades de presentar el trastorno por consumo de alcohol que las otras personas. Si te preocupa tu consumo de alcohol, puedes recibir ayuda. Consulta con el proveedor de atención médica. Muchas organizaciones de atención médica y de salud mental enfocadas en la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero también ofrecen tratamiento para el consumo de sustancias adictivas o pueden brindar información sobre recursos locales.
Si fumas cigarrillos o usas otros productos derivados del tabaco, dejar de hacerlo reduciría enormemente el riesgo de problemas de salud. Habla con el proveedor de atención médica sobre los recursos que pueden ayudarte a dejar de fumar.
Reconoce la violencia de pareja
La violencia puede afectar a cualquier persona en una relación íntima. Las investigaciones han demostrado que los hombres gais y aquellos hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres sufren violencia de pareja en mayor medida que el resto. Sin embargo, es más probable que los hombres gais no cuenten sus experiencias con este tipo de violencia por miedo a la discriminación. La falta de refugios y otros centros equipados para ofrecer a los hombres gais un lugar seguro y de apoyo donde puedan recibir ayuda también puede hacer que resulte desalentador buscar atención.
Además de los riesgos físicos, permanecer en una relación abusiva puede llevarte a tener depresión, ansiedad o desesperanza. Si no quieres informar a otras personas sobre tu orientación sexual o relación con una persona del mismo sexo, quizás te resulte difícil pedir ayuda. Sin embargo, la única manera de terminar con el ciclo de violencia es tomar medidas.
Si eres víctima de violencia de pareja, notifica a alguien sobre el abuso, ya sea un amigo, un ser querido, un proveedor de atención médica u otra persona cercana.También puedes considerar llamar a una línea de ayuda para la violencia doméstica.
Haz de la atención médica una prioridad
Las preocupaciones sobre la homofobia y el estigma que a veces se asocia con la homosexualidad pueden impedir que algunos hombres gay reciban atención médica de rutina. Pero es importante que recibas la atención necesaria.
Busca un proveedor de atención médica que entienda tus preocupaciones y te tranquilice. Para que recibas atención médica de alta calidad, es importante que el proveedor conozca y entienda tu orientación y comportamiento sexual. Entonces, es fundamental que te sientas cómodo para hablar sinceramente con tu proveedor de atención médica.
También, pregúntale sobre los exámenes de detección de rutina recomendados para personas de tu grupo etario. Pueden incluir mediciones de la presión arterial y el colesterol, así como exámenes de detección para el cáncer de próstata, de testículo y de colon. Si no mantienes una relación estable con una pareja sexual, programa exámenes de detección regulares para infecciones de trasmisión sexual.
Habla con el proveedor de atención médica sobre cualquier otro problema de salud que tengas. La comunicación abierta puede ayudar a promover la buena salud a largo plazo.
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