Trabajar durante el embarazo: lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer
¿Se puede trabajar durante el embarazo? Esta es la manera de hacer que los nueve meses en el trabajo sean saludables y productivos.
La mayoría de las mujeres puede seguir trabajando durante el embarazo. Estar embarazada, sin embargo, podría presentar dificultades en el trabajo. Para mantenerte saludable y productiva en el trabajo, tienes que comprender cómo aliviar las molestias comunes del embarazo, y saber cuándo una tarea laboral puede ponerlo en peligro.
Aliviar las náuseas y los vómitos
Se le llama malestar "matutino", pero las náuseas del embarazo pueden aparecer en cualquier momento. Para aliviar las náuseas en el trabajo:
- Evita los desencadenantes de las náuseas. Ya sean los olores de ciertos alimentos en la sala de descanso u otros olores o sabores, mantente alejada de cualquier cosa que te provoque náuseas.
- Come refrigerios con frecuencia. Las galletas saladas y otros alimentos neutros pueden ayudarte en los momentos que sientes náuseas. Guarda una reserva de estos alimentos en el trabajo para comer un refrigerio fácilmente. También puede ayudarte el refresco de jengibre con jengibre natural o el té de jengibre.
- Toma vitamina B6. Se puede tomar durante el embarazo y se consigue fácilmente. Podría ayudar a calmar las náuseas. El uso de doxilamina (Unisom) o difenhidramina al acostarse también puede ayudar. Pero es mejor no tomarlos durante el día porque pueden causar somnolencia.
- Consulta sobre los medicamentos antinauseosos recetados. El proveedor de atención médica puede recetarte medicamentos para las náuseas y los vómitos intensos con pérdida de peso.
Tratamiento de la fatiga
El trabajo extra que tiene el cuerpo para llevar adelante un embarazo puede generar cansancio, y puede ser difícil descansar durante la jornada laboral. Podría ayudar:
- Consumir alimentos ricos en hierro y proteínas. La fatiga puede ser un síntoma de anemia por deficiencia de hierro, pero un ajuste en la dieta puede ayudar. Elige alimentos como carnes rojas magras, carne de aves, mariscos, verduras de hojas verdes, cereales integrales fortificados con hierro y frijoles (alubias, porotos).
- Toma descansos cortos y frecuentes. Levantarse y moverse durante unos minutos puede ayudar. También te puede ayudar pasar algunos minutos con las luces apagadas, los ojos cerrados y los pies en alto.
- Bebe mucho líquido. Ten una botella de agua a tu alcance y toma sorbos a lo largo del día. Trata de beber en las primeras horas del día y no cerca de la hora de acostarte para no tener que levantarte al baño e interrumpir el sueño.
- Reduce tus actividades. Reducir las actividades no laborales podría darte más tiempo para descansar después del trabajo. Considera la posibilidad de hacer las compras en línea o contratar a alguien para que limpie la casa o se ocupe del jardín.
- Sigue una rutina de ejercicios. La actividad física puede ayudar a aumentar el nivel de energía, especialmente en aquellas personas que están sentadas todo el día en un escritorio. Sal a caminar después del trabajo o toma clases de gimnasia prenatal, siempre que tu proveedor de atención médica te lo permita.
- Acuéstate temprano. Trata de dormir al menos ocho horas todas las noches. Descansar sobre el lado izquierdo o derecho mantendrá el flujo de sangre adecuado para el bebé y disminuirá la hinchazón. Para mayor comodidad, colócate almohadas entre las piernas y debajo del abdomen.
Mantente cómoda
A medida que el embarazo avanza, las actividades cotidianas como sentarse y ponerse de pie pueden resultar incómodas. Los descansos cortos y frecuentes pueden combatir la fatiga. Moverse cada pocas horas también puede aliviar la tensión muscular y ayudar a prevenir la acumulación de líquido en las piernas y los pies. Prueba estas otras estrategias, también:
- Sentarse. El uso de una silla ajustable con un buen soporte para la región lumbar puede hacer que las largas horas de estar sentada sean mucho más llevaderas, especialmente cuando el peso y la postura cambian. Si la silla no es ajustable, usa una almohada pequeña o un almohadón para tener un soporte extra para la espalda. Eleva las piernas para disminuir la hinchazón.
- Pararse. Si tienes que estar de pie durante mucho tiempo, puede ayudarte poner uno de los pies en un reposapiés, un taburete bajo o una caja. Cambia de pie de vez en cuando y toma descansos frecuentes. Usa zapatos cómodos con una buena plantilla ortopédica. Considera la posibilidad de usar una media de compresión o contención.
- Inclinarse y levantar pesos. Incluso cuando estás levantando algo liviano, hacerlo de la manera correcta puede salvar tu espalda. Dobla las rodillas, no la cintura. Mantén la carga cerca de tu cuerpo y levántate con las piernas, no con la espalda. No gires el cuerpo mientras levantas algo.
Mantener el estrés bajo control
El estrés en el trabajo puede agotar la energía necesaria. Para minimizar el estrés, haz lo siguiente:
- Toma el control. Haz una lista diaria de tareas por hacer y establece una prioridad entre ellas. Ten en cuenta qué tareas puedes delegar a otras personas o dejar de hacer.
- Habla sobre lo que te pasa. Comparte tus frustraciones con algún colega, amigo o ser querido que te sirva de apoyo.
- Relájate. Practica técnicas de relajación, como respirar lentamente o imaginar un lugar tranquilo. Las aplicaciones de atención plena o meditación pueden ser útiles. Toma una clase de yoga prenatal, siempre y cuando tu proveedor de atención médica te lo permita.
Tomar precauciones laborales adecuadas
Ciertas condiciones laborales pueden aumentar el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, especialmente en quienes tienen alto riesgo de parto prematuro. Estas condiciones laborales incluyen lo siguiente:
- Exposición a sustancias dañinas
- Estar de pie mucho tiempo
- Levantar, subir o acarrear peso
- Ruido excesivo
- Temperaturas extremas
Además, administrarte las vacunas recomendadas por el proveedor de atención médica te ayudará a mantenerte protegida en casa y en el trabajo.
Si tienes dudas sobre alguna de estas cuestiones, habla con tu proveedor de atención médica. Juntos pueden decidir si necesitas tomar precauciones especiales o modificar tus obligaciones laborales durante el embarazo.
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