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8 consejos para la salud del cerebro para una vida más saludable

Sigue estos consejos para protegerte la cabeza y mantenerte activo y ocupado. El ejercicio, las horas de sueño, la alimentación y la vida social son todos aspectos importantes para tener un cerebro saludable.

Con un peso de 3 libras (cerca de un kilo y medio), el cerebro no es muy grande, pero es muy potente. Esas 3 libras contienen tu personalidad y todos tus recuerdos. El cerebro coordina tus pensamientos, emociones y movimientos.

Miles de millones de células nerviosas del cerebro lo hacen posible. Estas células, llamadas neuronas cerebrales, envían información al resto del cuerpo. Si no funcionan correctamente, es posible que los músculos no se muevan con fluidez. Podrías perder la sensibilidad en algunas partes del cuerpo. Tu pensamiento podría ralentizarse.

El cerebro no repone las neuronas dañadas ni destruidas. Por eso es importante cuidarlas. Las lesiones en la cabeza, el consumo de drogas y enfermedades como las de Alzheimer y Parkinson pueden causar daños o pérdida de neuronas cerebrales.

Desarrollar hábitos para la salud cerebral es una forma clave de mantener sano el cerebro. Eso incluye seguir las medidas de seguridad y mantener el cerebro activo y ocupado. Prueba los siguientes consejos para la salud cerebral:

1. Haz ejercicio

Las personas que hacen actividad física tienen más probabilidades de mantener su agudeza mental. Practicar actividad física con regularidad también puede ayudarte a mejorar el equilibrio, la flexibilidad, la fuerza, la energía y el estado de ánimo. Según algunas investigaciones, el ejercicio puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Para la mayoría de los adultos sanos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (DHHS, por sus siglas en inglés) recomienda al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada, como caminar a paso ligero. Como alternativa, recomienda 75 minutos semanales de actividad aeróbica vigorosa, como trotar. Lo mejor es repartir esta actividad a lo largo de la semana. Si no tienes tiempo para una sesión de entrenamiento completa, puedes dar paseos de 10 minutos durante el día.

2. Protege tu cabeza

Una lesión cerebral puede tener importantes repercusiones a largo plazo en la vida de una persona. Las lesiones cerebrales pueden afectar la capacidad de pensar, la memoria, la coordinación, el habla y las emociones. Para proteger el cerebro, lleva siempre casco cuando practiques una actividad con riesgo de lesiones en la cabeza. Por ejemplo, andar en bicicleta, esquiar, montar a caballo o ir en una motocicleta, una moto de nieve o un vehículo todoterreno.

Otras causas comunes de lesiones en la cabeza son los accidentes automovilísticos y las caídas. Para evitar los golpes en la cabeza, usa el cinturón de seguridad cuando subas a un automóvil. Para evitar caídas, ten cuidado al subir escaleras, en terrenos irregulares o cuando te encuentres en una zona desconocida. Para prevenir las caídas en casa, elimina el desorden en las escaleras y los pasillos. Ilumina correctamente las escaleras. Asegúrate de que todas las alfombras y moquetas estén bien sujetas al suelo para que no resbalen.

3. Cuida tu salud

Algunas enfermedades pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas de pensamiento y memoria. También pueden aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, que puede dañar los vasos sanguíneos del cerebro. Entre las afecciones más comunes están la diabetes, las enfermedades cardíacas y la presión arterial alta. Si tienes problemas médicos, sigue las indicaciones de tu profesional de atención médica sobre la mejor manera de tratarlos y controlarlos. Si no padeces estas afecciones, pregunta a tu equipo de atención médica qué puedes hacer para prevenirlas.

4. Reúnete con amigos

Si vacilas entre salir con amigos o invitar a tus seres queridos a la casa, hazlo. Ser sociable ayuda a evitar la depresión y el estrés, dos factores que pueden empeorar la pérdida de memoria. El aislamiento social y la soledad también se han relacionado con un mayor riesgo de deterioro de las habilidades para pensar y la enfermedad de Alzheimer.

5. Descansa bien

Dormir es el equivalente humano a enchufar tu teléfono para cargarlo. Dormir bien ayuda a mejorar las funciones cerebrales y la memoria, te mantiene alerta y facilita las tareas cotidianas. El descanso también alivia el estrés y la depresión.

Dormir bien y lo suficiente debería ser una de tus prioridades. Los adultos deben dormir entre 7 y 9 horas por noche. Si los ronquidos interrumpen el sueño, programa una cita con tu profesional de atención médica. Los ronquidos pueden ser un signo de un trastorno del sueño, como la apnea del sueño. Las afecciones que alteran el sueño pueden aumentar el riesgo de deterioro de la capacidad para pensar y la demencia.

6. Prepara una ensalada

Según algunas investigaciones, seguir una dieta sana puede contribuir a prevenir o retrasar los síntomas de la demencia. En particular, la dieta MIND puede ser un valioso medio para la salud cerebral.

MIND es la sigla en inglés de Intervención con las dietas mediterránea y DASH para retrasar la degeneración neuronal. Esta dieta de alimentos saludables para el cerebro le proporciona el combustible necesario para mejorar la concentración mental y ralentizar el deterioro de la capacidad de pensar. La dieta MIND se basa en alimentos de origen vegetal. Incluye gran cantidad de hortalizas de hoja verde y otras verduras, bayas, frutos secos, granos o cereales, aves y pescado. Limita alimentos como la mantequilla, el queso, la carne roja y los dulces.

7. Desafía a tu cerebro

Al igual que la actividad física mantiene el cuerpo en forma, las actividades que estimulan la mente pueden mantener en forma el cerebro. Además, esas actividades pueden ayudar a mejorar la función cerebral y la memoria. Haz crucigramas. Lee. Disfruta juegos. Aprende a tocar un instrumento musical. Prueba un nuevo pasatiempo. Ofrécete como voluntario en un grupo comunitario o una escuela local.

8. Ten cuidado con los medicamentos y limita el consumo de alcohol

Las drogas y el alcohol pueden afectar la comunicación entre las neuronas cerebrales. También pueden afectar la capacidad del cerebro para reaccionar, planificar, resolver problemas y controlar los impulsos. Sigue atentamente las instrucciones que acompañan los medicamentos. Esto incluye los medicamentos que se adquieren sin receta médica.

Si decides beber alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos saludables, beber con moderación significa una bebida al día para las mujeres y hasta dos bebidas al día para los hombres. Beber demasiado aumenta el riesgo de caídas y puede causar problemas de memoria. También puede empeorar algunas enfermedades que afectan al cerebro, como la presión arterial alta y la diabetes.

Last Updated: April 20th, 2024