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Depresión resistente al tratamiento

Es posible que los tratamientos estándares no sean de mucha ayuda o que tus síntomas mejoren, pero luego regresen. Explora las opciones para la depresión resistente al tratamiento.

Si recibes tratamiento para la depresión pero tus síntomas no mejoraron, tal vez tengas depresión resistente al tratamiento. Tomar antidepresivos o recibir asesoramiento psicológico (psicoterapia) alivia los síntomas de depresión en la mayoría de los casos. Pero cuando se tiene una depresión resistente al tratamiento, los tratamientos estándar no son suficientes. Puede que no ayuden mucho o puede que tus síntomas mejoren y después regresen.

Si tu médico de atención primaria te recetó antidepresivos y los síntomas de depresión persisten a pesar del tratamiento, pídele a tu médico que te recomiende un proveedor de atención médica que se especialice en diagnosticar y tratar trastornos de salud mental.

El psiquiatra revisará tu historia clínica y puede:

  • Preguntarte acerca de situaciones de la vida que podrían estar contribuyendo a tu depresión
  • Considerar tu respuesta al tratamiento, incluidos medicamentos, psicoterapia y otros tratamientos que probaste
  • Revisar todos los medicamentos que estás tomando, incluso los fármacos no recetados y los suplementos herbales
  • Hablar acerca de si estás tomando los medicamentos como te los recetaron y si estás siguiendo los pasos del tratamiento
  • Considerar las enfermedades de salud física que a veces pueden causar o empeorar la depresión, tal como trastornos de la tiroides, dolor crónico o problemas de corazón
  • Considerar un diagnóstico de otro trastorno de salud mental, tal como trastorno bipolar, que puede causar o empeorar la depresión y puede necesitar un tratamiento diferente; distimia, una forma de depresión leve pero a largo plazo (crónica); o un trastorno de la personalidad que contribuya a que no mejore la depresión

Los síntomas de depresión resistente al tratamiento pueden ir de leves a graves y puede que sea necesario probar varios enfoques para identificar uno que ayude.

Estrategias de medicación

Si ya has intentado con un antidepresivo y no ha funcionado, no pierdas las esperanzas. Es posible que tú y tu médico simplemente no hayan encontrado la dosis correcta, el medicamento o la combinación de medicamentos que mejor se adapten a ti. Aquí se indican algunas opciones de medicamentos que tu médico puede analizar contigo:

  • Dale más tiempo a tus medicamentos actuales. Los antidepresivos y otros medicamentos para la depresión, por lo general, tardan entre cuatro y ocho semanas para ser totalmente eficaces y para que se reduzcan los efectos secundarios. En algunas personas, tardan todavía más tiempo.
  • Aumenta la dosis, si está indicado. Como las personas responden de distinta forma a los medicamentos, es posible que para ti sea beneficioso recibir una dosis más alta que lo usual. Pregunta a tu médico si esto es una opción en tu caso (no cambies la dosis por tu cuenta, ya que existen varios factores que se deben tener en cuenta para determinar la dosis adecuada).
  • Cambia de antidepresivo. Para algunas personas, el primer antidepresivo que toman no es efectivo. Es posible que tengas que probar varios hasta encontrar uno que te sirva.
  • Agregar otro tipo de antidepresivo. El médico puede recetarte dos clases distintas de antidepresivos al mismo tiempo. De esa manera, afectarán un grupo más amplio de sustancias químicas del cerebro vinculadas al estado de ánimo. Estas sustancias químicas son neurotransmisores, como por ejemplo la dopamina, la serotonina y la norepinefrina.
  • Agregar un medicamento utilizado usualmente para otro trastorno. Tu médico podría indicarte, junto con un antidepresivo, un medicamento que, por lo general, se utiliza para tratar otro problema de salud mental o físico. Este proceder, conocido como aumento, podría incluir antipsicóticos, estabilizadores del ánimo, medicamentos para la ansiedad, hormona tiroidea u otros fármacos.
  • Considera las pruebas farmacogenómicas. Estas pruebas detectan genes específicos que indican el nivel en el que tu organismo puede procesar (metabolizar) un medicamento o cómo tu depresión podría responder a un medicamento en particular con base en factores adicionales. Actualmente, las pruebas de farmacogenética no son una forma segura de mostrar si un medicamento funcionará en tu caso, pero estas pruebas pueden ofrecer pistas importantes para el tratamiento, en especial en personas que sufren muchos efectos secundarios o que han tenido pocos resultados con algunos medicamentos. El seguro no cubre siempre estas pruebas.

Asesoramiento psicológico

El asesoramiento psicológico (psicoterapia) de un psiquiatra, un psicólogo o a otro profesional de salud mental puede ser muy eficaz. Para muchas personas, la psicoterapia funciona mejor en combinación con medicamentos. Ayuda a identificar las preocupaciones subyacentes que pueden sumarse a tu depresión. Al trabajar con tu terapeuta, también puedes aprender comportamientos y estrategias específicos para superar tu depresión. Por ejemplo, la psicoterapia te puede ayudar a:

  • Encontrar mejores maneras de enfrentar los desafíos de la vida
  • Lidiar con traumas emocionales del pasado
  • Manejar las relaciones de una manera más sana
  • Aprender la forma de reducir los efectos del estrés en tu vida
  • Abordar problemas de consumo de sustancias

Si el asesoramiento parece no ayudar, habla con tu psicoterapeuta para probar un enfoque diferente. O considera ver a alguien más. Al igual que con los medicamentos, encontrar un tratamiento que funcione puede llevar varios intentos. La psicoterapia para la depresión puede incluir:

  • Terapia cognitivo conductual. Este tipo común de asesoramiento aborda pensamientos, sentimientos y comportamientos que afectan tu estado de ánimo. Te ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento distorsionados o negativos y te enseña habilidades para responder a los desafíos de la vida de forma positiva.
  • Terapia de aceptación y de compromiso. La terapia de aceptación y compromiso, una forma de terapia cognitivo conductual, te ayuda a tener comportamientos positivos, incluso cuando tienes pensamientos y emociones negativos. Está diseñada para afecciones resistentes al tratamiento.
  • Psicoterapia interpersonal. La psicoterapia interpersonal se enfoca en resolver problemas de relaciones que puedan contribuir a tu depresión.
  • Terapia familiar o de pareja. Este tipo de terapia incluye a los miembros de la familia o a tu cónyuge o pareja en el asesoramiento. Resolver las situaciones de estrés en tus relaciones te puede ayudar con la depresión.
  • Terapia dialéctica conductual. Este tipo de terapia te ayuda a crear estrategias de aceptación y la capacidad para resolver problemas. Es útil para los pensamientos suicidas crónicos o los comportamientos de autolesión, que a veces acompañan a la depresión resistente al tratamiento.
  • Psicoterapia de grupo. Este tipo de asesoramiento incluye a un grupo de personas que luchan con la depresión y que trabajan junto a un psicoterapeuta.
  • Atención plena. La atención plena implica prestar atención y aceptar los pensamientos y sentimientos propios sin juzgarlos como "correctos" o "equivocados" en un momento dado.
  • Activación conductual. Este tipo de tratamiento trabaja con individuos deprimidos para reducir progresivamente su evasión y aislamiento y aumentar su participación en actividades de las que alguna vez disfrutaron o actividades que han demostrado mejorar su estado de ánimo.

Procedimientos para tratar la depresión

Si los medicamentos y la psicoterapia no están funcionando, tal vez quieras hablar con un psiquiatra sobre otras opciones de tratamiento:

  • Estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr). Este tipo de tratamiento utiliza campos magnéticos para estimular las células nerviosas en el cerebro con el fin de mejorar los síntomas de depresión. Se coloca una bobina electromagnética sobre el cuero cabelludo, cerca de la frente. El electroimán usado en la EMTr crea corrientes eléctricas que estimulan las células nerviosas en la región del cerebro que controla el estado de ánimo y la depresión. Por lo general, este tratamiento se hace en sesiones de 30 minutos en ráfagas rápidas. Ahora este tratamiento se puede hacer en sesiones más breves, con una dosificación llamada estimulación de ráfagas theta intermitente.
  • La ketamina es un medicamento que se administra por vía intravenosa en dosis bajas. Se usa para el alivio rápido de los síntomas de depresión que son difíciles de tratar y sus efectos pueden durar de días a semanas. Por lo general, la frecuencia de administración se reduce a lo largo de varias semanas. La FDA aprobó una forma intranasal llamada esketamina que se administra en el consultorio del médico o en una clínica bajo la supervisión del proveedor de atención médica para controlar posibles efectos secundarios graves y debido al potencial de abuso y empleo erróneo. La esketamina es para adultos que han probado al menos otros dos medicamentos antidepresivos que no controlaron los síntomas de forma adecuada. La ketamina y la esketamina trabajan en el cerebro de manera diferente a los antidepresivos comunes, y normalmente cada una se usa junto con un antidepresivo oral.
  • Terapia electroconvulsiva (TEC). Cuando duermes, una dosis cuidadosamente medida de electricidad pasa a través de tu cerebro, lo que dispara una convulsión pequeña y breve de manera intencional. La TEC al parecer provoca cambios en la química del cerebro que pueden revertir relativamente los síntomas de la depresión mayor. Aunque hay posibles efectos secundarios, tal como confusión temporal o pérdida temporal de la memoria, una serie de tratamientos con TEC puede brindar un alivio significativo de la depresión grave.
  • Estimulación del nervio vago (ENV). Generalmente, la ENV solo se trata después de que otras terapias de estimulación del celebro como la TEC y la EMTr no hayan tenido éxito para mejorar los síntomas de depresión. La ENV estimula el nervio vago con impulsos eléctricos. Este tratamiento usa un dispositivo implantado en el pecho que se conecta mediante un cable a un nervio en el cuello (nervio vago). Las señales eléctricas del implante viajan a lo largo del nervio vago hacia los centros de estado de ánimo del cerebro, que pueden mejorar los síntomas de depresión.

Asegúrate de averiguar si tu seguro médico cubre el tratamiento que se te recomienda.

Otras medidas que puedes tomar

Cómo aprovechar el tratamiento para la depresión al máximo:

  • Cumple con tu plan de tratamiento. No faltes a las sesiones o citas de tratamiento. Llevará un tiempo para que mejores. No dejes de tomar los medicamentos, aunque te sientas bien. Si dejas de tomarlos, los síntomas de la depresión pueden volver a aparecer, y puedes experimentar síntomas parecidos a los de la abstinencia. Si los efectos secundarios o el costo de los medicamentos son un problema, habla con tu médico y farmacéutico para hablar sobre las opciones.
  • Deja de beber alcohol y de consumir sustancias recreativas. Muchas personas con depresión beben demasiado alcohol o consumen sustancias recreativas o marijuana. A largo plazo, el alcohol y las sustancias empeoran la depresión y hacen que sea más difícil su tratamiento. Si no puedes dejar de beber alcohol o de consumir sustancias por tu cuenta, habla con tu médico o profesional de la salud mental. El tratamiento de la depresión puede no ser exitoso hasta que resuelvas el consumo de sustancias.
  • Controlar el estrés. Los problemas en tu relación, los problemas financieros, una vida laboral insatisfecha y muchos otros problemas pueden contribuir al estrés, que a su vez empeora la depresión. Intenta con técnicas de reducción del estrés, como yoga, taichí, meditación, atención plena, relajación muscular progresiva o escribir tus pensamientos en un diario.
  • Duerme bien. Dormir poco puede empeorar la depresión. La cantidad de horas que duermes y cómo duermes pueden afectar tu estado de ánimo, nivel de energía, capacidad de concentración y resiliencia al estrés. Si tienes problemas para dormir, busca formas de mejorar tus hábitos de sueño o pídele ayuda a tu médico o profesional de salud mental.
  • Haz ejercicio de forma regular. Hacer ejercicio tiene un efecto directo sobre el ánimo. Incluso actividad física como la jardinería o caminar pueden reducir el estrés, mejorar el sueño y aliviar los síntomas de depresión.

No te conformes con un tratamiento que sea parcialmente eficaz en el alivio de tu depresión o uno que funcione pero que te cause efectos secundarios intolerables. Trabaja con tu médico y otro profesional de salud mental para encontrar el mejor tratamiento posible; incluso te puede llevar un tiempo y esfuerzo encontrar nuevos enfoques.

Last Updated: July 21st, 2017